jueves, 23 de junio de 2011

Método y fin de blog

Doy por terminado el blog sabiendo que algunos deportes como la pelea de carneros queda sin una entrada específica. Había pensado incluir una entrada sobre el origen de las apuestas en el País Vasco pero al final la entrada ha quedado aparcada.

La metodología utilizada va desde el presentismo histórico al historicismo dentro de un subjetivismo o personalismo difícil de ocultar. Para aquellos legos en Historia, diré que el presentismo es más o menos dar importancia a los hechos presentes observando el pasado. El deporte vasco puede que haya cambiado a lo largo del tiempo pero se explica dando importancia a lo que vemos hoy. El historicismo destaca que lo observado, el arrastre de piedra, el corte de troncos etc. forma parte una sucesión lógica y gradual de hechos, dando importancia al progreso de la historia. Es indudable que este blog es ciertamente subjetivo ya que el sujeto que cuenta la historia lo observa desde el exterior intentando no formar parte de lo narrado. Sin embargo, el blog también es objetivo en el sentido que los objetos deportivos utilizados han adquirido una importancia central aunque no en todos los casos.

Alguien dirá que el Euskera brilla por su ausencia pero un lenguaje determina una forma de pensar y en algunos casos, una forma de actuar. Pero no hay que lamentarse porque el deporte rural vasco también explica la evolución del lenguaje y teóricamente su estructura básica. Como científico de la Historia he intentado ser ameno e imparcial. Puede que algunas hipótesis de trabajo no hayan sido las acertadas pero el blog en sí mismo no procede de un trabajo de documentación exhaustiva sino del ordenamiento de un puzzle de objetos, actividades y lugares que había que encajar dentro de un armazón de hechos y datos.

En Bilbao a 25 de Mayo de 2011

Anexo fin de blog
Existen otros deportes pero son posiblemente importados de otros lugares como la cucaña, la carrera de pedarras o el tiro del palo. Algunos son derivaciones de otros como el lanzamiento de azada, el concurso de layadores o el concurso de esquila. Otros son de difícil análisis por la escarpada geografía como la carrera vasca o korrika.

Esencialmente transmiten la dificultad y el riesgo de dominio social, militar, político o religioso de las nuevas clases sociales sobre un país áspero e impermeable. Puede que incluya algunos juegos no vascos por simple interés personal.

22/06/2011

Juego de ajedrez


Doy por finalizado el blog del deporte vasco pero voy a hacer una entrada sobre el ajedrez por simple interés personal que compartiré con todos vosotros. El juego tiene origen persa.

Consiste en un tablero dividido en sesenta y cuatro rectángulos. El juego modificado nace en la Alta Edad Media en la península ibérica en un momento de enfrentamiento entre el Islam y la Iglesia Católica. Las piezas suelen ser negras y blancas. El color negro representa a los árabes y el blanco a los cristianos. El color blanco en Asia es el color del luto mientras que en Europa el color de luto es el negro.

Es un juego de guerra y las piezas representan el poder bélico. La estrategia para ganar el juego es por tanto militar. Es difícil que un civil pueda jugar bien al ajedrez y presumiblemente todos los grandes campeones del ajedrez, rusos fundamentalmente, eran estrategas militares. El número de piezas, el tablero y los movimientos limitan matemáticamente las estrategias a un número determinado de rutinas o jugadas.

En la Edad Media, la cantidad de hombres que libraban batallas eran de unos miles. El juego de guerra era un juego entre caballeros o personas de la alta nobleza que reclutaban campesinos y los convertían en soldados. El número de piezas blancas y negras es idéntico y la posición inicial también. El caballero medieval no atacaba a grupos de fuerza muy inferior a la suya sino que esperaba en el campo de batalla a que el enemigo estuviera preparado. Atacar por la retaguardia era considerado un deshonor y posiblemente era una violación del código ético.

Existía una simetría al lado del Rey. El Rey y la Reina representaban el equilibrio dentro de la Corte. La derecha y la izquierda están representadas en el juego por alfiles, caballos y torres. El poder militar de unos y otros era idéntico en la Edad Media. Todos sabemos que las torres de los castillos medievales están fijas, pero el juego hace referencia a la construcción previa al combate. Las luchas entre árabes y cristianos era una lucha a la que se destinaban grandes cantidades de recursos. El emplazamiento de los castillos se tenía que realizar con inteligencia y estrategia suficiente para proteger y defender territorios conquistados además de dibujar una línea defensiva contra el enemigo. Si el enemigo construía una torre en el lugar equivocado, el juego dice que inicialmente podía perder la pieza. El movimiento de las piezas también indica estrategias militares. Las torres pueden moverse sin limitación de espacios. Esto indica que en la Edad Media había mucho territorio sin dueño y árabes y cristianos podían empezar a construir castillos dentro de zonas intermedias sin que nadie les molestara. Sin embargo, unos y otros sabían pronto el emplazamiento de los nuevos castillos. El movimiento de las torres está asociado a castillos en construcción o castillos construidos. Una torre que se repliega significaba una torre destruída pero no una torre caída en manos del enemigo.

El movimiento de los caballos son también en ángulo de 90 grados o forma de L, pero sólo pueden avanzar dos casillas antes de girar. La caballería supongo que por razones de intendencia era más difícil de mover que las torres. El enemigo actuaba rápidamente contra una caballería aproximándose pero no actuaba con tanta celeridad cuando veían construir castillos a cierta distancia. Si el castillo se construía muy cerca, pensaban que podrían aprovecharse del trabajo ajeno conquistándolo. El movimiento en forma de L, no es tampoco por azar. De hecho ningún movimiento en el ajedrez lo es. El Rey por ejemplo sólo puede moverse una casilla. El juego dice que el Rey era atacado fuertemente si decidía liderar las tropas de asalto contra el enemigo. Tampoco podía establecer diferentes cuarteles generales dentro de su Ejército. Posiblemente esto producía descoordinación entre los caballeros. El movimiento en forma de L indica las tropas o infraestructuras que podían actuar en terrenos con desnivel.

El juego se gana haciendo jaque mate al Rey y en aquella época el jaque mate significaba la muerte del vencido. El Rey, por tanto, en toda batalla, actuaba con cautela y daba órdenes comedidas. No es cierto, según el juego, que el Rey no estuviera presente en las batallas como dicen algunas películas. La Reina tiene más capacidad de movimiento y posiblemente este hecho se explica porque en las batallas medievales o bien podía huir sin problemas o era el centro del espionaje en territorio enemigo. Hay que decir que en el juego original, reina y alfiles sólo podían moverse dos casillas en diagonal en cualquier dirección. La reina no huía, no podía separarse del Rey y tampoco tenía labores de espionaje.

De acuerdo con el juego, la reina estaba presente junto al rey al inicio de la contienda y tenía una función militar. Los alfiles representan los generales. En inglés, los alfiles se llaman bishops, concepto anglosajón para obispos. En la Edad Media, el Rey representaba el máximo poder militar y también el máximo poder eclesiástico. Las piezas alrededor del Rey son piezas militares pero también representan jerarquías clericales.

En la Edad Media los generales eran los señores medievales. El movimiento en diagonal está relacionado con la salud de todos los caballeros y soldados a su mando. La intersección del movimiento con el otro alfil dibujan sobre el tablero una cruz y una estrella de cuatro puntas. La estrategia militar se hacía de forma conjunta y todos los movimientos de las tropas se realizaban bajo órdenes estrictas. Posiblemente al final de esta cadena de mando apareciera un peón o soldado con mayor importancia que el resto en el juego. Pero no se puede saber qué peón es el que adquiere mayor importancia dentro de la estrategia. Los más cercanos al rey son peones defensivos por lo que posiblemente los peones más cruciales en el campo de batalla estaban al lado de los caballeros.

En la Edad Media, según el juego, no existía la figura de cabo o sargento y los soldados tenían todos la misma jerarquía. Pero la experiencia dice que la jerarquía existe en cualquier grupo social o de actividad laboral. Ya dijimos que los soldados eran reclutados entre campesinos para las batallas y posiblemente su formación era rápida en uno y otro bando. Los peones avanzan una casilla o dos casillas inicialmente. En el juego original, los peones avanzaban sólo una casilla. Los soldados en la Edad Media no estaban preparados militar o físicamente, no podían correr mucho y no estaban entrenados profesionalmente para la batalla como en la actualidad. Según el juego sólo dominaban perfectamente un par de técnicas bélicas y solamente derribaban y mataban al enemigo si éste se situaba al alcance de sus armas a derecha o izquierda. La contienda no tenía claro vencedor cuando los soldados de uno y otro bando se enfrentaban frente a frente posiblemente porque la falta de preparación bélica decidía un número de heridos y muertos
similar en uno y otro bando.

En el juego del ajedrez no hay arqueros. Por alguna razón, los arqueros en la Edad Media no decidían las contiendas bélicas. Los asedios y ataques a las fortalezas con catapultas vienen expresadas por los peones rodeando las torres. Los tiempos de reflexión y las dilaciones en el juego no son fortuitos. Las guerras en la Edad Media duraban más tiempo que las actuales y un asedio podía durar meses. Entre el final de un ataque y otro de la infantería o la caballería transcurría también un tiempo prudencial. Las guerras duraban días, meses o años y las batallas individuales se prolongaban en el tiempo. Por esto, cada jugada o cada movimiento en el ajedrez debe tener en cuenta la estrategia de batalla y la estrategia de guerra.

El juego se inicia con el movimiento de un peón o un caballo. Si un soldado recibe la orden de salir al campo de batalla unos cientos de soldados avanzan hacia el enemigo. Si el caballo sale, el señor feudal o general, da la orden a la caballería de que avance hacia el enemigo o que ocupe un lugar determinado sobre el terreno. Para una persona que desconoce las estrategias militares, se podrá atacar por los flancos o por el centro intentando crear una brecha en las filas enemigas por donde pueda entrar la caballería. Los alfiles o generales tarde o temprano ocupan el lugar de mando dentro del campo. En el juego los caballos pueden atacar pero después del ataque se replegarán y volverán a sus posiciones. No se puede mantener indefinidamente un ataque con la caballería. Si los caballos andan entre peones rivales posiblemente se pierda el juego porque en la batalla esto significa que han sido envueltos o rodeados y las salidas a campo abierto cerradas.

Todo esto indica que los territorios árabes eran de difícil conquista. Los árabes contaban con las mismas armas y efectivos que los cristianos. La guerra de religiones finalmente se traduce en enfrentamientos armados donde vence el mejor estratega. Los árabes se asentaron alrededor del año 700 y hasta 1492 no fueron expulsados completamente de la península ibérica.

La estrategia de batalla en la Edad Media era lineal. Los adversarios forman una línea con las tropas de mayor o menor grosor en función del número de efectivos. Las líneas pueden partirse o dividirse entre diferentes grupos de soldados que posiblemente estuvieran agrupados por origen, edad o experiencia. Cada partición, cada peón, alfil o caballero representa una parte del Ejército.

Según el juego, no había ninguna superioridad de ninguna región o zona peninsular en temas militares. Pero el juego dice que tampoco había ninguna superioridad militar en ninguno de los bandos. Aquellos que hayan visitado un castillo árabe en la península ibérica pueden constatar este hecho. Son tan impresionantes como los castillos cristianos y en algunos casos construidos con mayor refinamiento. Los árabes construían los castillos en depresiones del terreno junto a acuíferos-oasis, con ciertas salidas abiertas para las tropas. Los cristianos construían los castillos en zonas altas o pequeñas mesetas geográficas. Según el juego, la dificultad de conquistar una hondonada era idéntica a la dificultad de conquistar un castillo cristiano de una zona alta. Cuando atacamos el tablero del rival y jugamos con las blancas, las torres se encuentran en zonas desde donde podemos observar el campo de batalla. En este caso los árabes tienen que trepar. Cuando jugamos con las negras, las torres se encuentran en zonas bajas. Para atacar y asediar hay que descender de altitud. El juego tampoco tiene en cuenta la geografía desigual suponemos que por razones de simplicidad.

La historia dice que ganan las blancas por lo que siempre hay una ventaja inmaterial de jugar con este grupo de piezas. El Rey allí donde perdía una batalla o era fuertemente atacado mandaba construir una fortaleza. No mandaba construir fortalezas en zonas donde ganaba batallas sino allí donde sufría grandes pérdidas de caballos, tropas o material de guerra. Esto es por lo menos lo que dice el movimiento llamado de enroque, movimiento que permite intercambiar la posición de torre y rey.

Las piezas blancas siempre inician la partida lo que significa que la guerra entre árabes y cristianos fue iniciada por el catolicismo como cruzada. En el juego no existe ninguna pieza negra diferenciada. Las torres árabes contaban con cadenas a su alrededor y las torres cristianas con fosos llenos de agua. El juego no tiene en cuenta estas particularidades y lo que determina la caída de una torre es la cantidad de tropas o piezas que la asedian. Los alfiles al lado del Rey inmóviles tienen inicialmente rango de generales. Cuando se mueven hacia una zona del campo de batalla pierden el rango inicial y se convierten en capitanes o tenientes de las tropas, posiblemente porque en la batalla, el mando oculto entre peones y caballos o pieza clave, ha sido eliminada.

Un asedio de una torre por parte de la caballería sólo tenía sentido para inmovilizar a sus ocupantes. En la Edad Media, los castillos o torres eran lugares donde se refugiaban las poblaciones cercanas en caso de ataques enemigos. Un asedio les impedía moverse a realizar sus tareas cotidianas y el castillo dependía de los víveres y provisiones almacenados con anterioridad. Para derribar o "comer" una torre dentro del juego se necesita de una estrategia conjunta entre peones y caballos. La caballería inicialmente amedranta a las poblaciones cercanas, peones campesinos, que se refugian dentro del castillo. Los peones o soldados la rodean posteriormente hasta que cae. Evidentemente la caballería enemiga tiene que estar algo alejada para realizar el asedio o haber sido eliminada previamente. Existen restos de fortificaciones en los cascos antiguos de villas y ciudades. Era un intento de convertir las ciudades en torres.

Un alfil tiene el rango de teniente o similar cuando se aleja del Rey. Si perdemos el alfil perderemos la orientación del juego o la brillantez de los movimientos. Sin los alfiles, el mando dentro del campo de la batalla pasará a un caballero que tendría hoy día el rango de capitán. Llega un momento en el que las órdenes del Rey o alfiles son superadas por la velocidad de movimientos de las tropas. Es el momento de la improvisación dentro de la batalla y dentro del tablero. La reina normalmente podrá decidir el juego si el rival no tiene experiencia.

Los caballos de blancas y negras son, en el tablero, idénticos. En el campo de batalla, los caballos árabes eran más rápidos que los caballos cristianos. En el juego se traduce por movimientos rápidos de los caballos negros. Sin embargo, estos caballos son menos resistentes a enfrentamientos contra peones. Esto puede parecer una tontería pero en ajedrez la psicología del jugador está conectada con imágenes asociadas a la realidad.

Entre una batalla y otra, el número de soldados vuelve a ser idéntica por lo que no se descarta que el intercambio de prisioneros fuera algo normal entre los contendientes. Durante la Edad Media, la población de la península ibérica era más bien escasa. En algunos documentos se habla de unos ocho millones de personas o menos. Por tanto, la zona árabe y cristiana contaban con unos cuatro millones de pobladores. Antiguamente, no existían métodos para controlar la natalidad y cada familia rural podía tener un número elevado de hijos por lo que el número de familias u hogares era también bajo. Los hijos en aquella época podían elegir entre unas pocas profesiones y sectores... soldados, clero, gremios (molinos, carpinterías, ferrerías, industria textil...) o granjeros. De cuatro grupos de trabajos, según el juego, dos se dedicaban a las actividades bélicas. La guerra durante unos quinientos años fue el motor de la economía de la península ibérica. El reclutamiento de soldados, según documentos históricos, era un problema.

En el juego de ajedrez todos los ingredientes de una guerra moderna están presentes. Las torres son ciudades en tierra, portaviones, vías de comunicación, empresas destinadas a producir armamento etc., los peones son la infantería, los tanques representan los caballos, el Rey y la Reina son los generales o Jefes de Estado, y los alfiles los oficiales de mayor rango civiles y militares de tierra, mar y aire. Los antiaéreos son peones defensivos de las torres y los cazas son fuerzas ofensivas contra las torres o caballos. Todo objetivo militar que puede ser bombardeado pasa a calificarse de torre o caballo. Y toda pieza que puede acabar con una torre, caballo o alfil, puede ser un caza moderno. Los submarinos representan todas las estrategias ocultas e invisibles a lo largo de todo el juego que tarde o temprano emergen a la superficie.

Por ejemplo, la guerra de Afganistán, según el juego de ajedrez, es una guerra donde todas las piezas están presentes. Los blindados son los caballos, los oficiales los alfiles, las ciudades donde se encuentran las tropas acuarteladas las torres, los soldados los peones.

En el bando opuesto, los talibanes son los peones pero a diferencia de la Edad Media en vez de mazas o espadas transportan y colocan bombas anticarro o antiblindados, los poblados y construcciones en los valles son las torres talibanes y los jefes los alfiles. Un exceso de tropas en campo enemigo, según el juego de ajedrez, no conduce a la victoria sino a disminuir el número de ataques porque en algún momento, por azar, se ocupan territorios claves que inmovilizan las piezas enemigas. De hecho sólo hay batallas cuando las fuerzas están igualadas.

En Afganistán llama la atención la ondulación de las montañas desérticas prácticamente de la misma altura lo que significa que en algún momento de la formación de estas estructuras, las fuerzas de plegamiento tenían direcciones y módulos peculiares. Los peones afganos se pliegan y se repliegan siguiendo una estrategia que posiblemente nace de la geografía montañosa. Una geografía así está asociada a movimientos rápidos de piezas y comunicaciones.

El juego de ajedrez y las noticias sobre las bajas, nos dicen que tanto soviéticos como la OTAN no han conseguido diseñar una estrategia de victoria. La utilización de caballos constantemente contra los peones ha terminado siendo la causa de la caída de los blindados. La estrategia con los blindados tenía como objetivo inmovilizar a los guerrilleros pero en términos generales esto no se ha producido. Los caballos rodeados constantemente de peones enemigos finalmente han caído. Evidentemente estos blindados tienen que estar protegidos por peones estáticos o cuarteles móviles emplazados en el lugar del tablero clave dentro de una zona o territorio. Eso es por lo menos lo que dice el juego de ajedrez.

En las películas del Oeste americano, la caballería atacaba y perseguía a los indios sin tropas de infantería. Según el juego de ajedrez, un caballo o blindado que avanza puede ser neutralizado por un peón. Se requiere de otro peón para crear una estrategia estable sobre el terreno. Según el juego de ajedrez, la caballería americana no venció a los indios sino que posiblemente fuera al revés, los indios eliminaban con facilidad a la caballería. Fue una estrategia conjunta de infantería, torres o fuertes, caballería y estrategas de alto rango, lo que llevó a la conquista del Oeste. Según los historiadores, la industria norteña funcionaba sin parar para suministrar cañones, fusiles, trajes y equipamiento bélico a los militares contra los indios lo que indica fallos estratégicos constantes. Los americanos inician las "guerras indias" 155 años después de llegar a las costas americanas.

Una caballería que se despliega sobre el tablero y se repliega no deja de ser una exhibición militar sin razón de ser. La conquista de hispanoamérica fue fulgurante entre otras razones por el mejor dominio de las estrategias militares de los españoles con respecto a la experiencia anglosajona relativamente a su tiempo.

Los españoles en su conquista del Nuevo Mundo se enfrentan a algunas tribus indias norteamericanas. Posiblemente una de estas tribus fueran los navajos. Los navajos y también los apaches ocupaban la actual Arizona, unas sesenta veces la superficie de España. No está claro la razón de la derrota pero sí creemos que los españoles avanzaban con pequeños destacamentos con una estrategia definida que había tenido éxito en América del Sur. Posiblemente los navajos luchaban de noche, eran expertos rastreadores y sabían mantenerse ocultos hasta el momento del ataque. En el juego de ajedrez, esto significa un conjunto de estrategias ocultas que hace que se pierda la batalla. No podemos asegurar que la herramienta llamada "navaja" o cuchillo corto plegable, muy utilizada en España para cortar el pan y embutidos en zonas rurales, proceda de esta tribu india. Si fuera cierto, los navajos conocerían ya el hierro y la fundición de los metales, podrían también fabricar hojas finas a manera de cuchillo y luego ocultarlas entre listones de madera con un mecanismo de apertura rápida que constaba de una pequeña pieza metálica que unía metal y madera. Podrían haber superado la Edad de los Metales europea y estaban en una fase de transición hacia el Neolítico. La "navaja" es también utilizada por los criminales para asaltar y robar a las personas en cualquier lugar.

En la Edad Media cuando un peón llegaba hasta campo enemigo y tomaba una plaza o territorio se le armaba caballero, era designado jefe militar e invitado a participar en las actividades monárquicas. Actualmente cuando un peón llega al final del tablero, la pieza puede cambiarse por un caballo, un alfil o la reina. Un peón que ocupa una zona del enemigo significaba el éxito de una estrategia en la que el peón encontraba el camino libre de obstáculos. Algunas modificaciones en los movimientos a lo largo de la historia del ajedrez son ciertamente evidentes. Al igual que los peones algunas piezas no podían retroceder.

Los españoles también se enfrentaron a los apaches. De alguna manera su estrategia militar ha llegado a nuestros días en forma de tecnología, el servidor apache. Un servidor es esencialmente una torre que dirige y mueve piezas simultáneamente. Las piezas son los ordenadores "clientes" y están organizados en forma de estrella. Los apaches carecían de alfiles o jefes y esta labor la realizaban las torres. La estrategia apache consistía en mover peones simultáneamente a través de rápidos canales de comunicación que aún hoy nadie ha podido descifrar. Nadie puede pensar que en una batalla real, el enemigo tenga que esperar a realizar un movimiento de cualquier pieza. Pero lo que se observa en el campo de batalla suele ser una acción y una reacción por lo que el juego del ajedrez refleja la estrategia de la contienda. En realidad los apaches sólo se habían enfrentado hasta esa época a otras tribus y sólo contaban con caballos, torres y alfiles. El fallo de la estrategia india fue no contar con suficientes peones o infantería. En las películas de vaqueros, estos peones eran los indios ocultos entre piedras, árboles o hierbas. Pocas veces se ha visto ganar sin peones al ajedrez.

De hecho se puede inmovilizar a piezas más importantes con peones pero es extremadamente difícil ganar sin ellos. En el campo de la empresa esto significa que sin obreros o empleados, el negocio tarde o temprano cerrará. Los españoles ocuparon durante algún tiempo una parte de Arizona y de otros estados norteamericanos. De alguna manera el fallo en la conquista española de Norteamérica fue no reinvertir los recursos en las nuevas conquistas. En vez de conquistar el Norte de América, Felipe II y Carlos V decidieron conquistar Europa. En las batallas contra los navajos y apaches, los españoles necesitaban la infantería, torres, alfiles, al Rey y la Reina. Los norteamericanos construyeron fuertes de madera defendidos por la caballería e infantería.

Creemos que la idea de construir castillos no era viable y en el siglo XVI, para un militar español, levantar algo de madera en medio de un bosque o pradera, que cualquiera podía quemar con una flecha incendiaria, era una idea descabellada. Este hecho nos dice por qué los americanos tardaron cuarenta años en acabar con los indios utilizando todo su potencial bélico.

Si examinamos partidas de ajedrez próximas al conflicto bélico de la segunda guerra mundial en Rusia podremos observar que, en algunos casos, los caballos no se encuentran sobre el tablero. Los caballos representan tanques y en este caso, el hecho significa que las tropas alemanas y rusas se enfrentaron en grandes batallas en las que los tanques de uno y otro bando fueron destruidos. Pero estas batallas no han quedado suficientemente documentadas. Alemania fue dividida en sectores y una de las cosas curiosas es que la caballería soviética entra en Berlín.

En ajedrez, una situación en la que el caballo toma la posición de "peón que llega al final del tablero" acaba normalmente en tablas. En una partida así no se pueden producir errores ya que la torre acabará con el caballo en esa posición. Cuando las tropas aliadas entran en Berlín utilizando los tanques, el ajedrez dice que estos tanques fueron "comidos" por las torres alemanas. De acuerdo con el ajedrez la forma de tomar un territorio o enclave determina la capacidad bélica que se puede desarrollar en el futuro. Si las torres alemanas permanecían en las casillas iniciales, ni soviéticos ni americanos podían entrar victoriosos con los tanques en Berlín. Sin embargo, la realidad histórica de la Batalla de Berlín, refleja ciertamente unas pérdidas de tanques considerables. Lo que demuestra que el bombardeo de ciudades alemanas fue claramente insuficiente. Franco, por ejemplo, comenzó la guerra civil bombardeando, utilizando a pilotos alemanes, la torre vasca que en aquella época se encontraba localizada en Guernica.

Este hecho produjo posiblemente una pérdida de poder militar. Hitler ha sido acusado de "loco" pero incluso su suicidio, de acuerdo con el ajedrez, es dudoso. El Rey, por sí mismo, si el jugador tiene experiencia, es capaz de salir airoso de situaciones comprometidas si el rival cuenta con pocas piezas. Si cuenta con piezas importantes, todo jugador sabe que el jaque-mate tiene que planificarse con lógica y precisión. Los militares que huyeron de Alemania eran claramente mandos militares o alfiles. Pero desde estas posiciones alejadas podían seguir amenazando piezas rivales. La Batalla de Berlín fue un jaque-mate final, donde el Rey no tenía quizá escapatoria.

La Batalla de Berlín tuvo lugar casa por casa y la lucha fue encarnizada. De acuerdo con la Historia, Hitler se encontraba en un búnker dentro de la zona llamada Reichstag en el que se suicidaría.El movimiento del Rey de una casilla en todas las direcciones es fundamental para evadir el jaque-mate. Por lo que, según el ajedrez, Hitler se encontraba en alguna de las casas de Berlín, alejado del Reichstag y moviéndose hacia las zonas seguras, hasta que supuestamente dieron con él. El jaque-mate a Hitler se produjo posiblemente por una combinación de piezas, blindados, oficiales e infantería. Sin embargo, tenemos que decir que el jaque-mate para la alianza era una operación en la que carecían de experiencia, basándonos en la crudeza de la batalla. Para hacer jaque-mate al autor de Main Kampf posiblemente tuvieron que utilizar a la Reina y ésta no era otra que la del Reino Unido. Aún así, de acuerdo con el ajedrez tuvieron que desplazar como mínimo una torre para hacer un jaque-mate final.

Los historiadores afirman que Hitler murió en el Reichstag pero el ajedrez lo desmiente. En el Reichstag posiblemente se encontraba uno de los dobles de Hitler. Por lo que, de acuerdo con el ajedrez, Hitler se ocultó en una de las casas de Berlín posiblemente construida por las SS y a partir de aquí, tenemos que suponer por la huida de los alfiles que él también huyó. En las películas, Hitler, Musolini etc. mueren pero si el Rey tiene alfiles y alguna torre, el jaque-mate en ajedrez se complica. La cantidad, en ajedrez, es menos importante que la calidad y cualidad de las piezas. Y la estrategia ocupa siempre un lugar destacado.

El ajedrez nos dice que si tenemos cuatro batallones de infantería y damos órdenes de que avance el tercero sobre el terreno perderemos la batalla. Para llegar a tablas tiene que avanzar uno de los batallones, pero no el tercero, y para ganar hay decidir en todo momento de acuerdo con una
estrategia superior a la desarrollada por el rival.

El ajedrez desmiente algunas ideas sobre la guerra. Una de ellas es la estrategia de crear armas que aumentan el número de heridos en el bando contrario. De acuerdo con el ajedrez el número de heridos son piezas asimiladas a las bajas o piezas comidas y por tanto es falso que un gran número de heridos sea una causa de la victoria. Un gran número de heridos es, en una guerra moderna, un peón eliminado del tablero. Una mejor estrategia produce un mayor número de piezas "comidas" que en la realidad se traduce por muertos y heridos indistintamente. En el ajedrez tampoco hay piezas "tocadas" . Solamente existen piezas amenazadas situadas en posiciones débiles o fuertes sobre el tablero. El ajedrez, por tanto, desmiente también algo considerado cierto en zonas de conflicto y en el mundo militar.

Otro aspecto que desmiente el ajedrez es que los prisioneros decidan algún aspecto de la contienda. En la Edad Media, los prisioneros eran conducidos a las mazmorras de las torres y permanecían allí hasta que morían o eran intercambiados por otros prisioneros. De la misma manera, las violaciones y otras vejaciones sexuales, de acuerdo con el ajedrez, no conducen a la victoria ni forman parte de estrategia militar alguna. Forman parte de la guerra al igual que el pillaje, la insubordinación o la deserción.

La Guerra Civil Norteamericana

Para todos los historiadores la Guerra Civil Norteamericana tenía claro vencedor ya que uno de los bandos estaba formado por industriales y el otro por terratenientes esclavistas cultivadores de algodón. El ajedrez desmiente que ese hecho fuera transcendental para determinar un bando vencedor.

Los libros de historia explican las batallas pero no las estrategias de guerra. Ninguno de los bandos tenía Rey y la guerra de la independencia forjó un país alejado de una pieza principal en la que el poder quedaba centralizado. Si sustituimos la pieza del Rey y la Reina por un alfil de color y la reina por otro, no plantearemos ninguna estrategia de despliegue conjunta.
La estrategia se dividirá en subestrategias y cada una de ellas tendrá un desarrollo diferente sin dar importancia al desarrollo global. La Guerra Civil Norteamericana por tanto se encuadra dentro de las guerras en las que el número de batallas perdidas por el Sur fue muy superior al número de batallas ganadas.

El asesinato posterior de algunos presidentes norteamericanos definen un juego de guerra en el que la guerra se da por terminada posiblemente por ser inviable su continuación. La situación de victoria y derrota se mide en términos de pérdidas, posiblemente, materiales. En el juego de ajedrez, una vez ganada la contienda, acabar con una pieza del rival es imposible ya que la guerra ha terminado a todos los efectos y las estrategias de contraataque quedan rotas cuando la pieza principal cae. Es el momento en el que las piezas tienen más poder y valor por lo que es prácticamente imposible destruirlas al mantener una localización fuerte. Una estrategia o despliegue de jaque-mate hace inviable un jaque-mate del rival. De acuerdo con el ajedrez, el Sur no se rindió, el Norte no hizo jaque-mate y la fecha de final de la guerra no es exacta.

El Sur, de acuerdo con el ajedrez, no perdió la guerra en términos europeos sino en términos norteamericanos. Es un hecho que los acuerdos de paz por los escritos históricos, novelas etc. fueron cordiales. En algunas novelas convertidas en películas, "Gone with the wind" o "Lo que el viento se llevó" los oficiales suristas pasean al poco tiempo de declararse vencidos por ciudades donde mandan las tropas nordistas. En estos documentos visuales, el resultado de la guerra se centra en la ausencia de medios materiales. Al final Norteamérica se ha convertido en un país capitalista donde el patrimonio y el dinero es más importante que la estrategia y una guerra queda aplazada si el coste es elevado. Este hecho lleva a los norteamericanos a reducir el coste de la guerra y al igual que los franceses diseñar, crear y fabricar, armas de destrucción masiva, bombas H, bombas atómicas etc. El despliegue de misiles, submarinos etc. es siempre una subestrategia desligada de cualquier estrategia global.

Guerra de las Malvinas

La isla de las Malvinas para los argentinos o islas Falkland para los británicos era un trocito de casilla en el juego del ajedrez, ocupado por la infantería británica o argentina.
Si analizamos esta guerra de acuerdo con el ajedrez descubriremos que los británicos actuaron con todas las piezas sobre el tablero desplazándolas hasta el lugar del conflicto. La Reina de Inglaterra, en algún momento de la contienda, se encontraba posiblemente en algún submarino o portaviones americano cerca del conflicto. El problema británico es que tienen Reina pero no Rey. En cierta medida, las estrategias militares que adoptan son parecidas a las de Francia, USA o Rusia.

De acuerdo con el ajedrez, se desplazaron torres o portaviones, generales, tropas acorazadas o tropas anfibias e infantería. Poco más o menos un minitablero de ajedrez. Fue por esta razón una guerra global en la que se movilizaron todas las piezas de uno y otro bando. El ajedrez desmiente una idea popular y esta no es otra que la guerra fue una guerra localizada, en la que un bando protegía una isla y el otro intentaba recuperarla.

Los desembarcos británicos se produjeron, de acuerdo con el ajedrez, en puntos localizados de la costa argentina, lugares donde se situaron las tropas de infantería británica y lugares desde donde presumiblemente avanzarían hasta puntos estratégicos del interior. La isla, una casilla de acuerdo con el ajedrez, dejó de tener importancia al declararse la guerra. Un lugar o casilla sólo tiene una importancia relativa en función de la pieza que la ocupa. Posiblemente los británicos tomaron cinco o seis enclaves estratégicos de la costa pero de acuerdo con el ajedrez, el avance posiblemente era difícil o imposible al estar obstaculizado por las torres argentinas. Los generales británicos, de acuerdo con el ajedrez, desplegaron una estrategia de amenaza siendo conscientes que no podrían avanzar sin muchas bajas. Los carros de combate y la infantería, de acuerdo con el ajedrez, caerían si no superaban las torres, por lo que cazas y bombarderos simbolizados fundamentalmente por la Reina también desplegaron estrategias de amenaza contra mandos militares y civiles. En el momento de iniciarse el conflicto la Reina no puede inutilizar tropas enemigas ya que todas están protegidas por la infantería, incluso ella misma. Una vez que se da la orden de avanzar hacia el enemigo, solamente puede atacar si avanzan las tropas cercanas a la monarquía, unidades leales a la Reina. En el ajedrez, avanzan, en este caso, los peones centrales.

La estrategia de las tropas argentinas en la zona de costa tendría que ser necesariamente el avance de las fragatas costeras ya que de esta forma las torres podrían moverse con libertad y neutralizar posibles desembarcos. Si la estrategia de la Reina fue o no superior lo desconocemos pero posiblemente utilizaron estrategias de "alta dirección" y el número de bajas producidas en la sociedad militar argentina vinculadas con el mundo civil fue de poco número pero de gran impacto, suficiente para dar por perdida la contienda.

Finalmente, se produjo una guerra en el mar en la que algunos acorazados, caballos, avanzaron contra la infantería de la isla con el resultado sabido por todos. Una derrota argentina con el hundimiento de algún peón marino y recuperación de la casilla o territorio marítimo. Cuando se produjo el desembarco en la isla, la guerra ya estaba perdida.

La situación de Argentina durante los años siguientes de post guerra fue de crisis lo que indica que el juego continuó hasta el final y la guerra de las Falklands sólo fue un episodio de un conflicto que fue llevado al terreno social, político, empresarial y religioso. Todo esto significa que los británicos observaron una gran debilidad en la sociedad argentina, estructuras económicas, sociales etc. y decidieron mover piezas para conquistar mercado, empresas y poder político.


El ajedrez en la empresa

Una empresa puede plantearse establecer una estrategia militar en algún departamento, ventas, compras, personal, financiero-contable, de producción, marketing etc. La estrategia de ajedrez puede ser útil a la hora de aumentar el tamaño de la empresa con captación de nuevos clientes, ventas o zonas de influencia. Cuando la empresa se encuentra en crisis, el juego de ajedrez puede utilizarse para demorar las pérdidas patrimoniales y de explotación afianzando posiciones sin perder cuota de mercado. En algunos países, las estrategias de ajedrez son normales en el mundo de los negocios y en otros supongo que reprobables. Pero la realidad es que las estrategias empresariales, equilibrios, políticas industriales y de localización estudiadas dentro de la teoría de la empresa no abarcan todos los elementos de la actividad empresarial. En el ajedrez, la estrategia tiene más importancia que los costes o el valor patrimonial.

En la empresa, pequeña o grande, el inmovilizado, el establecimiento y la maquinaria serán las torres. El jefe de ventas será el caballo o algún peón. Los peones serán los empleados, técnicos y no técnicos. El director general, el Rey y la Reina. Los fundadores, jefes y ejecutivos serán los alfiles. Según el ajedrez, la empresa debe decidir una estrategia y realizar los movimientos para captar mercado y vender lo producido. El éxito y el crecimiento no dependen de las reservas monetarias, del tamaño inicial o de sucesos pasados, sólo depende de la localización geográfica. El ajedrez significa lamentablemente una disciplina de empresa y una organización jerarquizada donde no hay lugar para la participación democrática. Según el ajedrez si el traslado del centro de trabajo dependiera de una votación, las personas con vivienda, colegios y ambulatorios cerca de la empresa votarían en contra del traslado y el resto a favor.

El miedo a los cambios de lugar de trabajo, según el ajedrez, están ocasionados por cambios de estrategias de la dirección, estrategias que "a priori" nadie sabe si serán acertadas o no. Según el ajedrez trasladar los obreros de una empresa a otra es un movimiento no reglado si los centros de trabajo están alejados uno de otro. Pero este movimiento supone un avance de un peón que no podrá ser trasladado a la casilla original. Si un peón es trasladado de aquí para allá, no será un peón sino un caballo. De acuerdo con el ajedrez, la persona o peón que abre un mercado pocas veces es el peón que defiende la torre. Normalmente se tendrá que utilizar el peón cercano al director general o al jefe de ventas. Otra cosa que dice el ajedrez es que podemos perder parte o toda la plantilla de ventas si no jugamos bien. Cuando una empresa compite por conquistar un mercado y fracasa, el equipo de ventas y algunos directivos pasan a la empresa rival. En el tema de ventas y mercados, también la disciplina y la planificación es esencial para vencer. El ajedrez dice también que no es fácil ascender en la empresa. La jerarquía inicial prevalece y solamente ascenderemos si conseguimos llegar al final del tablero rival. Esto supone que un peón ha conquistado un nuevo mercado o una plaza comercial.

La experiencia nos dice que las empresas designan habitualmente jefes por razones de jubilación, creación de nuevos departamentos o nuevos productos etc. Sin embargo, el ajedrez nos dice que en realidad eran alfiles y no peones en una situación de saturación de las escalas de dirección. Tener más de dos jefes dentro de la empresa, de acuerdo con el ajedrez, disminuye el rendimiento global.

El director general tiene que ser neutral y los dos jefes adjuntos tienen que representar las ideologías o políticas dominantes, la izquierda y la derecha. Los conflictos suponen pérdidas de algún tipo y estas sólo se producen cuando no sabemos situar correctamente a los peones, alfiles, caballos y torres. Los plazos que contemplan los contratos o períodos de prueba tampoco tienen sentido en el ajedrez. Los peones una vez entrenados tienen más o menos las mismas capacidades. Según el ajedrez, el peón queda fuera de la empresa o tablero por una mala asignación de grupo de trabajo. Cuando el conflicto se produce entre alfiles o directivos, la causa viene a ser la misma. Según el ajedrez, nadie traiciona a nadie dentro de la empresa. El objetivo es ganar o generar bienestar o beneficio. Ningún peón o alfil crea artimañas para dar de baja a un peón, caballo u otro alfil. El ajedrez desmiente así algo que todos creemos mas o menos cierto. No hay artimañas, ni complots, sólo hay fallos estratégicos. Tampoco es cierto que otras empresas cuenten con tecnología superior. Una empresa en marcha tiene la misma tecnología que las empresas competidoras. Y otra más, no hay empresas con personal supercualificado y otras con una plantilla inferior dentro de un mismo sector. Una empresa dentro de un sector competitivo no es mejor que otra. La única diferencia es que ha logrado establecer una estrategia superior. El ajedrez sólo contempla la empresa donde los estrategas no son más de cuatro, Rey, Reina y alfiles, dos directores generales y dos directores adjuntos.


La mayoría de las nuevas empresas puestas en marcha por emprendedores cierran. Algunas veces el emprendedor inicia el juego sin contar con todas las piezas sobre el tablero. Normalmente la competencia es nula si el producto o servicio es nuevo. Pero al cabo de unos meses o años, la competencia exigirá desarrollar una buena estrategia y contar con todas las piezas imprescindibles sobre el tablero. El éxito de una nueva empresa o una empresa en un sector competitivo, según el ajedrez, está en la localización o variación de posición de las piezas dentro del mercado. En el mundo de la venta, el ajedrez dice que si intentamos crear un mercado utilizando un jefe de ventas dentro de una zona donde hay una red de vendedores rivales de menor rango, posiblemente perdamos el jefe de ventas y el mercado en esa zona. Pero también dice que podemos inmovilizar a directores generales con un hábil movimiento de peones. Cuando las empresas se enfrentan unas contra otras por las cuotas de mercado se habla de "guerra comercial". Cuando se ganan consecutivamente batallas estratégicas se llega a la fusión o la absorción que significa un aumento de tamaño y poder de mercado.


Establecer una estrategia de localización puede ser fácil o difícil. En el caso de las empresas de alquiler de vehículos, la decisión de establecerse junto a los aeropuertos, suele ponerse como ejemplo en todos los manuales de teoría de la empresa. Las empresas de cemento tienen que situarse también en determinados lugares por razones técnicas. Si dispusiéramos de un gran ordenador y las empresas aparecieran por la proximidad a otras o enclaves con características comunes podríamos hallar patrones de conducta o estrategias de éxito. Alguien dirá que la política de precios, el marketing, el ánalisis de la demanda etc. tendrían que ser elementos a tener en cuenta. De acuerdo con el ajedrez, el mercado sólo se consigue a través de hábiles maniobras de localización. El resto de herramientas de análisis no consiguen el objetivo deseado, dominar el mercado. Una empresa puede reducir sus costes introduciendo una técnica innovadora revolucionaria y trasladar estos costes a los precios, pero todo resultará baldío si la estrategia de localización es errónea.

Si elevamos nuestro nivel de juego nos hallaremos en una situación en la que la empresa rivaliza con estrategias de alta dirección. Normalmente si la alta dirección hace honor a su nombre, sólo harán falta cuatro movimientos de piezas para terminar con la competencia de una empresa rival. Si no formamos parte de esta élite directiva y hemos conseguido una buena posición en el mercado, el ajedrez recomienda demorar todo lo posible cualquier cambio o nueva estrategia. La alta dirección es aquella en la que el juego con la torre, el rey, la reina y algún alfil predomina sobre el juego de caballos, peones y alfiles. El enroque corresponde a la alta dirección. El peón que llega al final del tablero es típico de la baja dirección.

Crisis y ajedrez

De acuerdo con el ajedrez todas las crisis económicas que afectan a un país están causadas por la estrategia de empresas extranjeras si no hay conflictos dentro del territorio nacional. Si hubiera guerras comerciales interiores, las crisis serían el resultado de un crecimiento de unas empresas a expensas de la disminución de tamaño de otras. La crisis siempre sería coyuntural y de corto plazo. Finalmente se explicarían como ajustes de mercado, redimensionamientos o reestructuraciones.

Si consideramos las piezas del tablero estructuras productivas, podríamos llamar torres a sectores de la industria pesada, la siderurgia o el sector de la construcción. Los peones serán, en este caso, el sector turístico, bienes de equipo, consumo, sanidad, educación y energía, banca etc. El sector público corresponderá al Rey y la Reina. El sector privado serán alfiles y caballos. De acuerdo con el ajedrez, se han producido movimientos internacionales de algunos peones sectoriales que ha producido un cambio de localización en los peones de la construcción y de la banca. En el juego internacional, nuestras piezas han sido comidas por el rival y por tanto, posiblemente, hayamos perdido posiciones en el sector de la construcción internacional y en el sector financiero, también internacional. Los responsables son desde luego aquellos que han movido las piezas, instituciones públicas y privadas.

De alguna manera, el poder público y privado nacional ha sido superado por una estrategia de localización internacional. El ajedrez dice también que la situación actual no es casual sino calculada y dirigida estratégicamente por estructuras productivas rivales. El caso de Turquía es un buen ejemplo. Turquía es un país que, en muchos sentidos, fabrica productos similares a aquellos fabricados en el País Vasco. Su estructura productiva podría calificarse como rival. Si analízaramos todos los países podríamos encontrar varios países con estructuras productivas rivales o potencialmente rivales. Si en el país rival aumenta el turismo, en nuestro país disminuye. Si la educación mejora, en el nuestro empeora. Si construyen más casas, en el nuestro construyen menos. Si hay expansión, en el nuestro recesión.

No es fácil encontrar estructuras productivas rivales sino que posiblemente solamente algunas subestructuras rivalizan.No deja de ser gracioso que un país mueva su peón del turismo y España tenga que realizar un movimiento de defensa que permita una estabilidad en el sector. Lo ideal en temas económicos es llegar a tablas con rivales superiores estratégicamente para el empleo y ganar cuotas de mercado de rivales asequibles. Pero el ajedrez no es fútbol. El peón del sector turístico que esencialmente ha sido criticado por su incapacidad de adaptación a los nuevos tiempos es finalmente, al elegir una estrategia pasiva, un sector que sigue tirando de la economía en temporada alta. Todos los sectores que han elegido ser conservadores y se han mantenido dentro de sus posiciones tradicionales, han quedado menos perjudicados por la crisis. Todos aquellos que han arriesgado y avanzado han salido perdiendo.

El peón de la construcción que avanzaba con el peón del sector financiero han acabado en manos del rival. Pero en una partida de ajedrez de personas serias, esto habría supuesto la caída de un peón o sector económico rival. De acuerdo con el ajedrez, nuestros mejores analistas financieros y jefes de obra no están trabajando ya en España sino en algún país con estructuras productivas rivales. Y algunos profesionales extranjeros por la misma razón están trabajando en España. En términos empresariales, las empresas españolas han tomado el control de empresas extranjeras y algunas empresas extranjeras han adquirido prácticamente el total de los activos de alguna o varias empresas españolas en el sector de la construcción y el sector financiero. Técnicamente se dice que se han producido inversiones de control societario. Pero el saldo es, en general, muy negativo por el desigual impacto social sectorial.

La estrategia de estos países rivales introduce necesariamente una vulnerabilidad de localización de las empresas nacionales. Todo está bien construído, bien diseñado, bien ideado, bien producido pero...deficientemente situado o localizado. Sólo somos conscientes de los sectores o peones que han sido "comidos" cuando nos afecta directamente. Este es el caso de la vivienda y el euríbor. Pero la crisis y esta vulnerabilidad ha afectado también a la industria química, informática, sanidad, educación, energía, alimentación etc. Sobre el tablero los sectores industriales y comerciales tienen el mismo valor. No hay sector clave y ninguno es más importante que otro.

Si fusionamos la primera parte de esta entrada al blog y la segunda, hallaremos que el ajedrez en temas internacionales es un defensor del neocolonialismo. Los países discuten y luchan por zonas ricas en recursos materiales, minerales, petróleo, tierras cultivables, mano de obra barata etc. La localización inicial se realiza a través de un despliegue militar observable o no. Posteriormente se establecen los bancos y sectores que definen a largo plazo una dependencia tecnológica y financiera. El juego de ajedrez nos dice que el colonialismo o neocolonialismo forma parte de la forma de hacer negocios entre países con las mismas dotaciones iniciales.

Normalmente se relaciona el colonialismo con una política en la que países avanzados controlan países más pobres o en vías de desarrollo. Evidentemente el colonialismo existió de esta forma en el siglo XIX fundamentalmente de países europeos ejerciendo el control sobre países africanos. El ajedrez actual determina que uno de los objetivos de países con subestructuras económicas rivales es caer en una relación neocolonialista de control financiero, tecnológico o de otro tipo. Si un país pierde, una tras otra, todas las batallas estratégicas, el país acabará siendo un enclave colonial de otro país.

El ajedrez relaciona crecimiento estable con tablas. Expansión con estrategias vencedoras y crisis o estancamiento con estrategias débiles. Un aumento de precio de algún producto en el mercado internacional sólo indica, si el precio ha sido estable durante un tiempo, que se ha producido un cambio de estrategia o de localización de una o varias empresas en el sector. Si el aumento de precio beneficia a un país y se mantiene en el tiempo, indica una estrategia o localización de éxito. Una empresa que realiza una previsión de ingresos, gastos y desviación presupuestaria, podrá realizar tantas previsiones como estrategias de localización tenga el rival. El significado de un fallo en las previsiones es un fallo en determinar la estrategia de localización de las empresas rivales.

Durante el siglo XX, fundamentalmente desde los años 80 se ha venido produciendo una deslocalización nacional y una relocalización internacional. También se ha definido como "globalización". La globalización es, de acuerdo con el ajedrez, el éxito de una estrategia de localización en la que avanzar en el campo del rival suele suponer la utilización de "estrategias de alta dirección". Si el rival utiliza también estrategias de "alta dirección" y consigue tablas se produce un intercambio sectorial y en algunos casos cultural entre dos países. Es el caso de las personas aprendiendo chino, francés, inglés o italiano.

Proteccionismo y liberalismo

De acuerdo con el ajedrez, las nuevas empresas que se crean pueden o no estar protegidas por otras. Si consideramos que las nuevas empresas pueden desarrollar estrategias de éxito, pronto se localizarán en posiciones seguras donde la desaparición de la pieza sea improbable o tenga un coste en términos de otras piezas. Si la empresa es vital para el futuro, la empresa pasará a estar simbolizada por el Rey, puesto que todas las piezas y toda la estrategia del juego tiene por objeto que no caiga en jaque mate.

Cuando un país no protege un sector clave, se habla de liberalismo o el libre comercio con respecto a esa actividad. Si el país protege un sector de la competencia extranjera, se habla de proteccionismo. La estrategia de ajedrez tiende a afianzar los sectores económicos clave cuando existe liberalismo en zonas supranacionales y a asignar a una pieza más importante, el papel de defender las empresas o sectores considerados esenciales para el país si por razones de mercado no se pueden imponer restricciones a la competencia.

Si tenemos que averiguar la salud de las empresas claves nacionales observando la figura del Rey, no será difícil determinar que éstas han caído en posiciones vulnerables.

Crecimiento chino

Si un país crece rápidamente, se produce una rápida política de localización y la utilización de estrategias de éxito. De acuerdo con el ajedrez, cualquier política de países extranjeros encaminada a localizarse dentro de otro país, se considera un movimiento de rivalidad. Un país en crecimiento rápido "come" las piezas del contrario con relativa facilidad y por tanto su estrategia es permitir la entrada de otras empresas rivales que cuentan con tecnología necesaria para su propio crecimiento. Un crecimiento constante está relacionado con "jaques mates" también regulares dentro de las fronteras nacionales. China es, en la actualidad, un país politeísta. De
acuerdo con la psicología, el politeísmo está asociado a clases sociales muy jerarquizadas.

Un país en expansión crea nuevas estructuras económicas que entran en conflicto con las antiguas. La estrategia de éxito, suponemos está enraizada dentro de la cultura china donde hasta hace poco, se pensaba que nadie podía salir perdiendo en el mundo de los negocios. El chino medio no entiende que alguien pueda perder iniciando cualquier actividad económica. Solamente hay beneficios.

De acuerdo con el ajedrez, la rápida expansión de la economía china está relacionada con esta visión de la economía y forma parte de una estrategia de éxito necesariamente ligada a la localización y avance rápido sobre el tablero. Una de las hipótesis a este avance es la siguiente, los grandes estrategas rusos del ajedrez no eran en realidad rusos sino chinos. Eran los chinos a través de micros y microcámaras instaladas por los servicios secretos los que filtraban los movimientos que había que realizar a los jugadores de ajedrez rusos en los años 70. A partir de esta hipótesis se entienden los fracasos del capitalismo internacional para cambiar el régimen político chino que sigue considerándose comunista y cuya bandera sigue siendo de color rojo.

Política y ajedrez

En política, el tablero se convierte en el campo electoral y las piezas negras y blancas representan las ideologías de izquierda y derecha. Las piezas representan personas de los dos partidos mayoritarios. Los peones son las bases, las torres los hombre fuertes, los alfiles, rey y reina, la dirección ejecutiva y los caballos, las personas más dinámicas dentro de la batalla electoral. De acuerdo con el ajedrez, el verdadero jefe de los partidos políticos, el mejor estratega, el rey se mueve poco dentro de la campaña electoral. En términos sencillos, las bases votan a determinadas personas para ciertos cargos públicos pero dentro de los partidos siempre hay un estratega jefe, ocupe o no, cargos oficiales o institucionales, aparezca o no en la televisión. Podríamos decir que un partido político oculta al verdadero jefe de toda la estrategia pero no a propósito sino porque ese cargo está relacionado con la monarquía, el Ejército y la Iglesia. Evidentemente, todo esto se deduce al ser los cargos de algunas presidencias temporales. El cargo de Rey y Reina es normalmente vitalicio y no temporal.

Esencialmente el símbolo del Rey representa aquellas personas que pueden moverse muy poco pero que están siempre presentes en todas las batallas electorales. El ajedrez, por tanto, nos dice algo que desmiente la realidad, los cargos de mayor jerarquía pasan de padres a hijos. Pero es algo que no se puede demostrar ya que oficialmente suelen ser personas de gran influencia y poder dentro de los partidos pero que nunca ocupan cargos institucionales o públicos. Dentro de un partido, a la hora de cualquier nombramiento se producen muchas reuniones, consultas y consensos. De acuerdo con el ajedrez, no son más de cuatro personas las que deciden qué cargo va a ocupar una determinada persona.

El ajedrez no contempla partidos minoritarios sino que divide el campo electoral en las ideologías dominantes. Si existieran dichos partidos, el ajedrez los consideraria piezas de una u otra idelogía. La diferente localización de las piezas viene a ser los cargos designados dentro de las instituciones, ministerios, gobiernos autonómicos, ayuntamientos, diputaciones, cabildos etc. El ajedrez viene a decir que no hay partido mejor que otro. Individualmente tampoco hay políticos superiores a otros. El político o representante del pueblo es más o menos importante en función de su localización sobre el tablero. Los estudios, la experiencia, la imagen, la capacidad para llegar a acuerdos, la capacidad de diálogo etc. carecen de importancia. Una persona será "buen" político y realizará bien su labor si está situado en el puesto o trabajo institucional adecuado y relativo a la posición que ocupen los demás.
Una pieza puede permanecer durante toda la partida en la misma posición sin moverse y otras estarán por la diferente estrategia elegida en constante movimiento. Un "buen" político puede ver su carrera terminada en poco tiempo y un "mal" político puede llegar a jubilarse dentro de cualquier institución sin problemas. Todo lo que sucede en política depende del lugar que se ocupe dentro del tablero. Estar al lado del estratega jefe o de un hombre fuerte es una garantía que evita contratiempos prematuros y permite mantener una vida política media o prolongada. Entrar en el campo rival sin una buena estrategia o piezas que defiendan la posición de ataque o conquista de campo puede suponer el final de una carrera política.

De acuerdo con el ajedrez, si la derecha mueve un peón, la izquierda tiene que mover otra pieza del tablero. La batalla electoral la gana el mejor estratega. Dentro de las instituciones, si el partido rival realiza un cambio de localización, obligará al rival a realizar cambios sobre el tablero, cerca o lejos de ese centro de decisión política. Los hechos o sucesos, las noticias, la marcha del país, el paro, la inflación, el terrorismo etc. serán consecuencia directa de una mala localización de los cargos públicos.

Las bases o peones son imprescindibles en las batallas electorales. Pero de acuerdo con el ajedrez, es un error moverlas por la geografía nacional. Mover las bases lejos de sus zonas es un movimiento no reglado. Las bases, de acuerdo con el ajedrez, forman parte activa de la política y defienden con su localización los cargos políticos elegidos democráticamente. Si un partido pierde sus bases poco a poco, desaparecerá como formación política. Según el ajedrez, una zona puede votar a una determinada formación política si la casa del pueblo, batzokie o delegación se encuentra estratégicamente situada. Una alteración de situación de los inmuebles podría por sí misma alterar los resultados electorales de un pueblo o una comarca.

Parece, desde luego, arriesgado pensar que ganar electoralmente depende solamente de la localización dentro de la maraña de cargos institucionales existentes. Una persona racional pensará que los políticos resuelven problemas relacionados con la educación, la sanidad, la industria, los impuestos, la educación etc. De acuerdo con el ajedrez, resolver problemas no significa la reelección si caemos en una mala posición, un mal departamento o ministerio. Ocupar determinados lugares ministeriales o institucionales será suficiente para terminar con una carrera política se desarrolle bien o no la gestión.

Las batallas electorales dentro de la geografía nacional son batallas en las que los rivales se conocen. Las malas estrategias conducen a derrotas electorales y las estrategias de éxito a buenos resultados. En España, la única diferencia entre el resultado de la última elección general y la próxima es el cambio de posición de piezas sobre el tablero. De acuerdo con el ajedrez, los mítines y la propaganda electoral son innecesarios y cuando son numerosos y en múltiples lugares intentan subsanar un fallo de la estrategia de localización más general.

Cualquier acto público tendrá éxito en términos de votos si el acto se celebra en el lugar estratégicamente óptimo. Por ejemplo, el realizar reuniones o mítines en hoteles de tres y cuatro estrellas, puede entenderse como un movimiento de enroque o movimientos de alfiles. Los alfiles en algunas jugadas son capaces de comerse diagonalmente una torre enemiga si no está protegida convenientemente. En términos de ajedrez un alfil puede neutralizar una pequeña o gran población. Esto no significa que esa población cambie de ideología o de voto. Sólo significa que la pieza dejará de influir en otros campos electorales posiblemente zonas rurales cercanas o zonas de influencia económica.

En España, con sólo echar un vistazo a los líderes, se observa que la pieza del Rey dentro de las coaliciones políticas ha sido ocupada por falsos alfiles. Zapatero y Rajoy actúan como alfiles pero todo indica que son jefes de estrategias y esta actividad corresponde a la pieza simbolizada por el Rey. Evidentemente de acuerdo con el ajedrez, Zapatero no ha podido realizar movimientos ni grandes exhibiciones políticas al no ser un alfil. El partido popular tiene los mismos problemas con Rajoy, que actúa como alfil cuando no lo es. No es un fallo de estrategia sino que todo indica que los partidos políticos juegan sin todas las piezas sobre el tablero. Rajoy por tanto tenderá a defenderse, a enrocarse y su actividad no podrá ser nunca la de dirección rápida, dinámica y estelar.

A lo largo del texto la piezas de ajedrez y la profesión o jerarquía dentro de la empresa, ejército o instituciones se convierten en sinónimos. Espero que esto no confunda a lector. Tampoco creo que algunas personas se vayan a sentir ofendidas al considerar que representan piezas como alfiles, caballos, peones o torres. El origen del juego del ajedrez es la guerra y en la península ibérica, es una guerra de religiones. El juego esencialmente delega el movimiento de todas las piezas a Dios o Alá. Pero no estamos ya en la Edad Media y la responsabilidad de movimiento de piezas es de los jefes, directores en la vida civil u oficiales en la vida militar.

El problema de la crisis política española de acuerdo con el ajedrez es la duplicación de piezas. Rajoy, Zapatero y otros altos cargos empresariales y sindicales tienen que realizar actividades de alfiles, de directivos eficaces pero no son alfiles sino estrategas jefes.

Aznar y Felipe González no fueron tampoco alfiles sino torres. Para encontrar un alfil en la presidencia del Gobierno hay que retroceder en el tiempo hasta Adolfo Suárez. Aznar realizó pactos con franceses, británicos y finalmente con norteamericanos. De acuerdo con el ajedrez, sus estancias en campo contrario o alejados solamente podía tener un objetivo, realizar un jaque o un jaque mate. Felipe González fue presidente durante muchos años y según el ajedrez esto significa aplicar continuamente una estrategia superior. A finales de los 70 y años 80, mantuvo posiblemente alianzas estables con la República Popular China.

El ajedrez es muy claro con respecto a los movimientos de los representantes políticos. Un viaje fugaz y rápido se entiende como una aproximación a los peones, embajadas, servicios secretos, empresas en el extranjero, profesionales etc. para darles instrucciones o dirigir alguna actividad política. Las estancias prolongadas se entienden como control de territorio o inmovilización de piezas enemigas que requiere de una aproximación. Llegar hasta el final del tablero y codearse con otros Jefes de Estado se considera un intento de jaque o jaque-mate o la búsqueda de un ascenso meteórico cuando se realiza por un peón.

La realidad nos dice que algunos pequeños partidos obtienen escaño parlamentario. De acuerdo con el ajedrez, estos partidos no pueden iniciar estrategias nacionales y son, por tanto, peones que llegan hasta el final del tablero. Es el azar, la situación política, económica y social del país la que lleva a los representantes políticos de estos partidos al parlamento. Por razones de estrategia, algunos peones avanzan hasta el final. Normalmente se produce cuando quedan pocas piezas sobre el tablero y por tanto, un peón que llega hasta el final es un hecho normal bajo determinadas circunstancias. Este es el caso de ataques y contra-ataques rápidos en los que "desmantelar" es más importante que "ganar". La estrategia ganadora es siempre aquella cuyas piezas estén globalmente mejor situadas y localizadas.

El juego de ajedrez está lleno de engaños estratégicos en los que acabar con una pieza suculenta del contrario nos lleva a perder el juego. Un peón que acaba con otro peón, por ejemplo, ocupa su lugar y este movimiento puede variar nuestra estrategia de alfiles o caballos. Los movimientos iniciales son tan importantes que algunas personas piensan que los primeros cinco movimientos determinan la victoria o la derrota. Esta es una de las razones de que se lean tantos manuales del ajedrez y que casi todos los principiantes conozcan dos o tres formas de iniciar la partida.

Ya dijimos que un movimiento de torres está relacionado con la construcción y consumo de recursos. Mover una torre supone utilizar recursos. Los alfiles están relacionados con los movimientos estelares. Dentro de los partidos con buenas estrategias, los hombres fuertes son personas estables que dan solidez y equilibrio al partido. Estas personas suelen ser abiertas y comunicativas excepto en el caso de caso de avances del rival y aparición de peligros tangibles y ciertos.

Torres o alfiles

Donde están los hombres alfiles todo brilla, las ideas fluyen y estos lugares se habla de política como la forma efectiva de poner en marcha ideas relacionadas con la economía, la sociología, la física, las nuevas técnicas empresariales o la tecnología. Un alfil en política representa la capacidad de transmitir las ideas en un lenguaje que por sí mismo traslada entusiasmo y la creencia en el liderazgo. El dominio de todos los problemas y las técnicas para solucionarlos es total. El alfil no sólo comunica sino que aporta ideas nuevas a los problemas y realiza esta función captando votos constantemente al simplificar los problemas y darlos a entender a las personas sin preparación educativa. Si está bien situado sobre el tablero, el alfil vence allí donde esté.

Dentro del tablero, podríamos indagar sobre qué piezas representan Carrillo o Fraga. Indudablemente Fraga fue siempre una torre de la derecha española, franquista y post franquista. Y Carrillo que ha sido alfil y peón durante un tiempo se revela finalmente como una torre. Las nuevas ideas dentro de su época como el eurocomunismo corresponde al trabajo de un alfil. Todos aquellos líderes que permanecen durante años al lado del partido, que envejecen junto a las nuevas siglas, logos y directivas, desde un principio fueron torres. Fraga modificó el logotipo del partido popular para convertirlo en una gaviota o libro alado. Este trabajo de creatividad también corresponde a un alfil. Las ideas políticas y las estrategias de localización erosionan imágenes y personas. Al igual que en la Historia, sólo permanecen las cosas o las personas con una naturaleza inquebrantable al paso del tiempo y al final estas personas son lo que siempre fueron, torres desde las que los alfiles daban órdenes, dirigían y estructuraban las bases.

Evidentemente, la política española se ha llenado de Reyes y la ausencia de alfiles es un problema político, social y empresarial.

Hablemos un poco de Aznar y el ajedrez. Evidentemente, Aznar no simbolizaba la figura del Rey. Todas las piezas defienden al Rey y evitan un jaque-mate y el atentado contra Aznar revelaba que era una pieza más pero no la más importante. Es un hecho que ha sido sustituido por Rajoy que a primera vista sí simboliza la pieza del Rey. Nadie sabe bien qué pieza era Aznar pero sí sabemos qué piezas no era. Sus viajes a Estados Unidos y sus estancias le transforman en un peón que llega al final del tablero donde los rivales son grandes potencias. La estrategia del Partido Popular en la época de Aznar provocó una relocalización y cambio de estrategia de la izquierda española y del comunismo. Todas las personas de izquierdas tuvieron que modificar su estrategia ya que sobre el tablero Aznar jugó a hacer jaques de forma continua, obligando a las piezas más valiosas del PSOE, PNV y CiU a protegerse y variar de posición. El enrocamiento de los partidos de la oposición era constante. La respuesta de estos partidos fue una relocalización de piezas para inmovilizar las piezas del rival pero la estrategia fracasó. Estos jaques y amenazas sobre el tablero condujeron a una reducción de alfiles y caballos. La estrategia de Aznar fue superior durante bastantes años y en este sentido podríamos decir que también descansaba posiblemente en estrategias de la República Popular China.

Las amenazas constantes son, en ajedrez, una especie de "diversión". Normalmente una estrategia así conduce a la derrota si nuestro rival mantiene el equilibrio y la lógica. Es un estilo recio, duro e implacable. El ataque de Irak o el apoyo de Aznar a la guerra en este país, fue una de las causas de su caída. Desde luego que había dejado de ser una pieza española y todo indica que fue utilizado para hacer jaque a Saddam Hussein. Pero, la estrategia que había resultado un éxito en territorio nacional fue un fracaso en el extranjero y Aznar acabó siendo una pieza "comida" en el tablero político internacional.

La relación entre China y España es poco clara pero una de las conexiones está en los símbolos imperiales pertenecientes a la heráldica. Mientras que en España es el águila, en China es el dragón. Pero como todo buen historiador sabe el dragón fue un símbolo de los caballeros medievales españoles y aparece en algunas monedas y escudos como un león escuálido y alargado.

Durante un tiempo, los caballeros estuvieron indecisos sobre el símbolo heráldico más poderoso. El león tiende a dragón y el dragón aparece como león disfrazado. En China, el símbolo del león es considerado de menor rango. Hay escritos chinos en los que se compara a los leones con perros. A pesar de esto, en China se pueden encontrar esculturas de grandes leones, normalmente de color blanco.

El jaque-mate no representaba normalmente la muerte del Rey rival sino su derrocamiento y el abandono territorial.

Podríamos retroceder en el tiempo y hablar de la caída del franquismo desde el punto de vista del ajedrez. El nacimiento de la ETA en los años cincuenta indica que el régimen carecía de las piezas para inmovilizar el inicio del nacionalismo vasco radical. Es un hecho que en aquella época se intentaba hacer jaque-mate a Franco por parte de todas las fuerzas de izquierda pero Franco era un jefe de estrategias militares que ocupaba la posición del Rey. Todas las piezas se movían con el objetivo de defender la pieza principal. Estos movimientos de enrocamiento, produjeron, de acuerdo con el ajedrez, un sacrificio de algunas piezas para salvaguardar otras o motivar un cambio de estrategia global.

Un hecho curioso sobre la estrategia de Franco durante la guerra civil era el hecho de que demoraba cuanto podía las batallas y el avance de las tropas. De acuerdo con el ajedrez esto solamente puede significar que la localización de piezas sobre el tablero no era considerada por él mismo como estrategia vencedora. De acuerdo con los historiadores, Franco tenía como objetivo diezmar al enemigo, comer una pieza tras otra, al saberse vencedor de la contienda con gran antelación y convertir la guerra, de esta forma, en una guerra de desgaste. De acuerdo con el ajedrez, esta visión es incorrecta. Franco demoraba los movimimientos bélicos y el avance militar justamente por lo contrario. Las piezas en ajedrez al igual que en las batallas militares pueden ser eliminadas en pocas horas o minutos si el rival cuenta con una defensa débil. No importa lo numeroso o fuerte que sea el rival, una mala estrategia le llevará a la derrota y al desastre. Bastan dos minutos para empezar y acabar una partida si el rival comete errores de principiante. De acuerdo con el ajedrez, Franco era un estratega indeciso y conservador.


En ajedrez, puede perderse un juego por movimientos innecesarios de piezas. Si movemos una pieza para amenazar una pieza del rival sin conseguirlo habremos realizado un movimiento innecesario. Todo indica que la estrategia ganadora es también aquella en la que el número de relocalizaciones es menor. En términos de política significa que el partido político que vence no es aquel que consigue aprobar y publicar más leyes sino aquel que consigue con una o dos leyes un cambio de estrategia del rival que le conduzca a la derrota. Una ley que no consigue modificar el campo electoral a favor del partido que la propone y la defiende, se considera, un trabajo ineficaz o en términos de ajedrez, un movimiento o conjunto de movimientos innecesario. En algunos casos, publicar una ley o mover un peón nos lleva a perder el juego, simplemente porque el contrario con ese error puede "comer piezas" al ser el peón que movemos un peón defensivo de otras piezas de mayor importancia.

Si realizamos varios movimientos innecesarios aunque no perjudique la calidad del juego, nos situaremos nosotros mismos en una posición de debilidad. El ajedrez en la política nos dice que la rivalidad forma parte esencial del juego y la obtención de votos consiste en una estrategia eficaz y lógica de localización.

Las piezas, tarde o temprano, crean una red en la que unas se defienden a otras y una posición estratégica superior hace necesario que algunas piezas del rival queden sin "comer". Una estrategia defensiva nos conduce a tablas o empate. Una estrategia ofensiva requiere de una visión a largo plazo, espacial, tridimensional y de combinatoria lógica que pocos principiantes pueden tener. No solamente hay que ser inteligente sino poseer o entrenar una forma de pensar espacial en la que la memoria tiene una función esencial. Es interesante observar el juego de una persona brillante e inteligente contra una persona trabajadora y de principios sólidos. En ajedrez esto se traduce en un juego de la creatividad contra la experiencia.

Si nuestro rival es una máquina o programa informático la dificultad para vencer será mayor puesto que el programa no realiza movimientos erróneos. Algunas veces nos encontramos con programas que registran nuestros movimientos en una base de datos y configuran un perfil del rival. En este caso, cometer errores o movimientos innecesarios nos conduce a perder el juego inexorablemente. En el caso de haber podido ganar conseguimos tablas y en el caso de haber logrado tablas, obtenemos un jaque-mate. Normalmente los juegos programados permiten optar por un nivel de juego. Pero si elegimos un nivel de juego y jugamos con un nivel superior la máquina buscará entre las rutinas hasta que encuentre el movimiento óptimo.

Ajedrez y sociedad

La sociedad dentro del ajedrez está representada por la figura de la Reina. Algunas personas preguntan el por qué de su capacidad de movimiento en todas las direcciones sin limitaciones de casillas. La respuesta es que la reina es "el poder entre bastidores", el poder de las mujeres dentro de la sociedad. En la Edad Media, cuando una mujer era la Señora Feudal, cosa extraña y muy poco documentada, el escudo heráldico se modificaba y en él, aparecían corazones atravesados por espadas. El poder de la Reina se encuentra en la capacidad para establecer alianzas y relaciones matrimoniales como base de otras, comerciales, industriales, políticas o militares.
La Reina puede proteger una columna de blindados dentro de una zona en la que los carros de combate están amenazados por las torres y la infantería enemigas. Esta posición, desde luego, la debilita dentro del tablero. Una relación sentimental, un enlace matrimonial, un acuerdo comercial provechoso bastará para que las torres no aniquilen los blindados. Evidentemente la reina no hace acuerdos con el enemigo pero sí con "el proveedor del enemigo" o "los clientes del enemigo".

De acuerdo con el ajedrez, las monarquías europeas no se encuentran unidas sino que rivalizan unas contra otras. El matrimonio del Príncipe Felipe y Leticia responde, según el ajedrez, a una estrategia para defender a la pieza principal. Para contraer un matrimonio con una princesa europea tendría que haberse producido una estrategia de localización y de posición superior a las desarrolladas por estas monarquías. Leticia, como consorte separada, debilita la posición de algunas piezas con respecto a otras relacionadas con la Iglesia Católica. El príncipe Felipe como pieza dentro del ajedrez no tiene una función clara. Es el futuro Rey que ha realizado labores de alfil pero si los alfiles están muy amenazados queda sin una función definida.

De acuerdo con el ajedrez, un matrimonio con una princesa europea requería ocupar lugares y puestos defendidos fuertemente sobre el tablero a largo plazo e integrados en la defensa de la pieza principal. Posiblemente esta estrategia haya fallado por jaques al Rey. De acuerdo con el ajedrez, una estrategia relacionada con la Reina para un matrimonio de éxito es posible cuando todas las piezas están sobre el tablero y muy pocas están amenazadas por otras. La Reina puede, en esta situación, moverse y crear alianzas matrimoniales de "alta dirección". Por tanto, el príncipe, según el ajedrez, pudo casarse con una princesa europea cuando era relativamente joven.
Pero si no lo hizo fue porque esta estrategia debilitaba al Rey, la monarquía era inexperta o se realizó una mala apertura en la transición. El ajedrez desmiente que haya sido la Reina la pieza determinante de un matrimonio descrito como impopular.

Los jaques al Rey de España comienzan posiblemente después de las Olimpiadas de Barcelona y también con la victoria del PP en el tablero político nacional. Estos jaques convierten al Rey en "bailarín", alejándole de los peones enemigos que han quedado aislados y se mueven, paso a paso, hasta el final del tablero.

Una estrategia superior a la del rival contempla una pieza al final del juego con capacidad para "comer" peones que llegan hasta el final del tablero. Históricamente los matrimonios dentro de la Península Ibérica han sido útiles para afianzar el poder territorial y unir diferentes reinos. La pregunta que surge es cómo el matrimonio de Letizia con el Príncipe Felipe, demora un jaque-mate al Rey o fortalece su posición dentro del tablero. La única explicación convincente es que Letizia es una descendiente con sangre real del antiguo Reino Astur leonés, reino cuya fama reside en ser punto inicial de la Reconquista además de ser un núcleo duro dentro de la geografía española. Se dice que en los años 70 todavía existían restos de tropas republicanas en los montes de Asturias que por diferentes circunstancias no habían abandonado el país en los años 40, después del fin de la guerra civil.

En términos de ajedrez, Letizia representa una torre dentro del tablero, lo cual nos lleva a pensar que la estrategia global del buque insignia de la sociedad española, conjunto de valores basados en la cultura, creencias y relaciones dentro de las estructuras familiares, no ha sido "superior" a las realizadas por sociedades rivales. Es difícil de aceptar que exista rivalidad entre sociedades porque normalmente se acepta que existe rivalidad entre clases, entre empresas, entre países o entre individuos pero no entre sociedades. De acuerdo con el ajedrez, la sociedad española rivaliza con otras sociedades europeas, americanas o asiáticas. Pero esta rivalidad se traduce o termina siendo un conflicto de religiones, conflictos políticos o guerras comerciales.

Si Letizia es una torre, el príncipe, de acuerdo con el ajedrez, es un caballo. Y de alguna manera sólo han estado juntos durante un breve período de tiempo ya que el caballo suele formar parte de la apertura de juego y la torre queda, casi siempre, inmóvil hasta la estrategia final. El ajedrez, por tanto, desmiente que Letizia y el príncipe Felipe se vean a menudo o incluso que lleven una vida matrimonial normal. Pero el ajedrez dice todavía más cosas, el príncipe Felipe, si Letizia es una torre, se encuentra constantemente al mando de las divisiones de tanques españolas y acapara los cargos de dirección comercial de algunas empresas. Lo cual supone, una militarización de la sociedad al tener un representante del Estado dentro de un estamento militar con relaciones en el mundo empresarial. Esta tesis supone una ruptura de la sociedad tradicional pero un fortalecimiento de la pieza principal.

Otras de las cosas que destacan diariamente son los ataques a Letizia de personas que nada o poco tienen que ganar insultando. No es raro leer en Yahoo, adjetivos poco lisonjeros acerca de la princesa de Asturias. Letizia, suponemos que no hace vida conyugal con el príncipe pero sí tiene vida conyugal. El ajedrez de esta forma desmiente que haya sido un matrimonio relacionado con el amor o resultado de una relación sentimental sino que relaciona el matrimonio con intereses de Estado, intereses militares y de status en el organigrama empresarial. Indiscutiblemente, en algunas declaraciones del príncipe se podía entreveer un claro matrimonio de conveniencia desde un principio, cosa también impopular en un país tan conservador en este sentido como España. En el mundo de la empresa y de la sociedad española en general, la soltería es cuando menos sospechosa porque está relacionada con la homosexualidad, la genialidad o la irresponsabilidad.

De acuerdo con el ajedrez, la separación de una de las infantas sólo obedece a que Marichalar es una pieza "comida" dentro del tablero. Realizaba funciones de alfil pero tenía capacidad para ejercer funciones de Rey. En España, no es normal hacer leña del árbol caído, pero sí surgen chistes o canciones populares relacionados con las personas que han intentado llegar a la cumbre de la sociedad española sin poder permanecer en ella hasta el final. Estas burlas o risas indican que el alfil ha caido por la acción de un peón. Cuanto el alfil se ha comido piezas de otros países, domina idiomas, ha trabajado en el extranjero y además pertenece a una familia de rancio abolengo, las risas y el escarnio se duplican. En el caso del ex-jugador de balonmano, ha resultado también ser un alfil débil, al vivir alejado de la monarquía española y tener la residencia habitual en Washington. El ajedrez nos dice constantemente que España sufre un déficit de alfiles y la estrategia de la sociedad española no lidera el tablero europeo.

En ajedrez, un peón solamente puede comerse un alfil por descuido, negligencia o una mala apertura. Es un error difícil de enmendar ya que una vez que se ha movido no se puede realizar una contraorden. Lo normal es que un alfil caiga obligando al rival a sacrificar una pieza de igual valor. En ajedrez este error realizado por la "alta dirección" es un "error forzado", un movimiento imprevisible que debilita toda la estrategia causado por una ausencia total de supervisión de movimientos o "borrador de movimientos". Un "borrador de movimientos" es una copia del movimiento que vamos a hacer para que terceras personas analicen la posibilidad de "error forzado".

En realidad el borrador evita errores de principiante pero es útil porque en el ajedrez normalmente "pieza asida con los dedos es una pieza que tiene que moverse" sin que pueda haber vuelta atrás. El ajedrez es un enfrentamiento entre cerebros y para jugar al 100% es obligatorio llevar una vida sana. Si sufrimos cualquier incidencia, cefalea, dolor muscular, cansancio visual, stress, neurosis, pérdidas de memoria, descanso nocturno irregular, preocupaciones no relacionadas con el juego etc. el resultado será indudablemente "un error forzado" o error de principiante. Marichalar fue movido a una posición débil sin que se pudiera hacer nada para cambiarle de lugar.

De acuerdo con el ajedrez, los dobles de la Reina corresponden a los peones que llegan hasta el final del tablero, pero no así los dobles del Rey. El peón que llega hasta el final normalmente es una pieza crucial para realizar un jaque mate pero la ausencia de piezas importantes le imposibilita realizar movimientos espectaculares. Está a punto de desaparecer una generación o mejor dicho una forma de liderar la sociedad española, que nace posiblemente en Grecia, en la cultura helénica. Una vez que el príncipe Felipe sea designado Rey, una nueva partida social se pondrá en marcha pero los problemas y los errores del pasado no dejarán de estar presentes. De acuerdo con el ajedrez, el tanteo a favor de la sociedad española es tan bajo que forma parte de las causas que nos han llevado a la crisis y la recesión económica. Esta situación se ha producido porque la reina ha caido en posiciones débiles y ha sido constantemente amenazada por otras piezas sobre el tablero. Esto ha posibilitado un sin fin de rupturas matrimoniales y nuevos enlaces que han desestabilizado socialmente el país pero que beneficiaron a la derecha española liderada por Aznar al menos coyunturalmente.

De acuerdo con el ajedrez, la Reina lidera la sociedad española sin importar la edad. Este liderazgo es una cuestión de Estado. Por lo que es falso que esta labor sea realizada por Letizia o alguna infanta. También se ha dicho que la Reina era una pieza "comida" por lo que la sociedad española, si fuera cierto, ha quedado sin referencia y liderazgo social en este sentido. Por esta razón en algunos foros se ha defendido las ventajas de una abdicación y una nueva transición monárquica. El ajedrez nos dice que si no existe cambio hacia la república el país en términos de estructuras familiares y sociales, pasará de una cultura helénica de columnas imperecederas a una cultura astur-leonesa recia y dura, conservadora y pragmática. No es de extrañar que las personas que defienden a Letizia en muchos foros sean o pertenezcan a colectivos de separados y divorciados.

Si la Reina no está sobre el tablero, tenemos que pensar que tampoco lo está la reina rival. Normalmente, excepto en caso de estrategias defectuosas o movimientos de principiante, la Reina es sacrificada por la Reina rival. Ningún jugador medianamente conservador situará a la Reina en una posición de debilidad. Al final del juego, cada movimiento tiene un coste en términos de piezas y ésta es una de las razones por las que las partidas se deciden en pocos minutos y finalmente se hacen eternas. Se intenta encontrar una estrategia que minimice la pérdida de piezas puesto que un tablero vacío permite un mayor número de combinaciones. En estos casos, normalmente el juego queda en tablas ya que el movimiento de piezas de uno y otro bando no sirve para decidir o realizar un jaque-mate.

Viudedad del Rey

La estadística poblacional nos dice que la Reina sobrevivirá al Rey pero el ajedrez también lo desmiente.

El Rey, en el juego, solamente puede quedarse viudo si los demás rivales son también viudos. En caso contrario, posiblemente se pierda el juego. Si al final del juego sólo queda el Rey contra Rey y reina rival, perderemos el juego. El Rey y la reina vencen a un Rey aislado. Antes de caer recorrerá el tablero o el país. De acuerdo con el ajedrez, al final del juego no sabemos con certeza si la Reina vive o no. La Reina original puede que haya caído durante el juego por lo que la sociedad española queda sin referencia social. Si algún peón consigue llegar al final del tablero, la Reina se reincorporará al final. Esta situación se traduce en algo que podemos llamar "ausencia y recuperación de la Reina". La Reina desaparece y no realiza ninguna función social durante algún tiempo. Finalmente, reaparece ya como persona mayor y todas sus funciones si hemos desarrollado una estrategia superior. Saber si el país tiene Reina o no la tiene es fundamental. Si no hay reina, habrá más divorcios, más separaciones y más conflictos familiares. Si hay Reina, la estructura básica de la sociedad, la familia nuclear tendrá mayor estabilidad.
Una situación en la que la Reina permanece sobre el tablero después de la caída de la pieza principal sólo es posible cuando el rival gana el juego haciendo jaque mate en las primeras jugadas. Es el caso de Alfonso XII, rey que queda viudo relativamente joven y del cual ya hemos hablado.

Si el Rey de España falleciera antes que la Reina tendríamos que suponer una situación irregular o cuando menos sorprendente, al menos en lo relacionado con el ajedrez. Históricamente el Rey y la Reina procedían de diferentes reinos y cada uno poseía un poder independiente. El "monta tanto, tanto monta Isabel como Fernando" era una realidad en el siglo XV. Sin embargo, esta frase es desmentida por el ajedrez. Cuando nos aproximamos al centro peninsular podemos observar una mayor diferenciación de roles y una importancia mayor del hombre varón en el matrimonio posiblemente por ser la persona sobre la que recaen las labores del campo y las actividades comerciales. Una persona educada en sociedades igualitarias como la vasca o catalana donde la mujer adquiere en ocasiones más importancia que el hombre, es considerada homosexual, idiota o algo peor en muchas zonas de España. Cuanto más al Sur de España viajemos nos encontraremos una mayor influencia de la cultura árabe en la relación hombre mujer dentro del matrimonio.

De acuerdo con el ajedrez, si hemos desarrollado una buena estrategia de juego, habremos sacrificado la pieza de la Reina por la Reina rival o por una torre. Si analizamos la historia observamos que durante el Imperio Español, el Rey siempre entierra a la Reina. Y esto es lo que sucedió con Carlos V, Felipe II, Felipe III, Carlos IV y Fernando VI. En el caso de Felipe IV, Mariana de Austría muere treinta años después de cáncer de mama durante una jornada en la que se produce un eclipse total de sol en Madrid.

En el caso de Carlos IV, la Reina muere unos días antes y en el caso de Fernando VI, un año antes. Después del reinado de Isabel II, las cosas se truncan. Podemos decir que Napoleón pone fin a un status de poder de la monarquía española. El secuestro de Fernando VII posiblemente acompañado de intentos fallidos de asesinato por envenenamiento en París, hace que el Rey pierda la posibilidad de tener hijos varones. Fernando VII muere a los 48 años y su esposa María Cristina de las dos Sicilias a los 72 años. Alfonso XII y Alfonso XIII mueren relativamente jóvenes a los 27 y 57 años respectivamente. En el caso de Alfonso XII, María Cristina de Austria muere a los 70 años y Victoria Eugenia consorte de Alfonso XIII muere a los 81. En estos casos el jaque mate se produce rápidamente entre convulsiones políticas, terremotos y períodos de República. La situación actual es de incertidumbre. Una cosa es cierta, si la crisis persiste, el deseo de coronarse Rey de España disminuye. Actualmente el príncipe Felipe tampoco tiene hijos varones y su matrimonio tardío con Leticia nos lleva a pensar en "complots" lideradas por rivales de la sociedad española. Tradicionalmente han sido rivales la sociedad francesa, holandesa, norteamericana y británica.

La importancia de los hijos varones en la monarquía y en la familia española choca contra la idea de igualdad entre hombres y mujeres. El Rey de España ha llegado a la vejez como Rey porque tiene un hijo y el Príncipe Felipe, hijo del Rey, observa grandes dificultades para reinar en España porque no lo tiene. Algunos cuadros de Goya reflejan por qué es tan difícil llegar a tener un hijo varón. De acuerdo con el ajedrez, un hijo representa las piezas de la próxima partida o enfrentamiento, torres, alfiles, caballos, peones y reina. Nadie osará a enfrentarse al Rey si no tiene las piezas de la siguiente partida preparada.

Se dice que en el Palacio de la Zarzuela se produjo una discusión sobre quién era el propietario de los coches Mercedes aparcados. El Rey aseveraba que los Mercedes, coche que representa en España una posición social y económica elevada, eran suyos. Si vemos la televisión comprobaremos que el Príncipe Felipe conduce marcas que no son Mercedes. De acuerdo con el ajedrez el Rey puede conducir Mercedes porque tiene un hijo y su hijo conduce otras marcas porque no lo tiene.

Si el príncipe Felipe no llegara a reinar significaría que una partida de ajedrez no comienza ya que no existe una garantía de continuidad. Si fuéramos un banco, la actividad no comienza ya que no hay crédito, avales o cantidad futura que podamos valorar o actualizar. De alguna manera un reinado contempla un mínimo de 80 años y sin hijo varón no se llega al mínimo período de tiempo para mantener una estabilidad social, política o económica. Cuando una mujer ocupa el lugar del Rey, históricamente se producen revoluciones como la de Isabel II en 1868 de la que todavía queda algún vestigio como el Cuerpo de la Guardia Civil fundada para mantener el orden en zonas rurales.

Dobles del Rey

Surge de nuevo la pregunta si el Rey tiene dobles o no. El ajedrez es tajante con respecto a este tema. El Rey no tiene dobles ya que todas las piezas se mueven para defenderlo. Franco tenía varios dobles pero no era Rey sino Jefe de Estado. Los dobles forman parte de la seguridad y de los servicios secretos y existen presumiblemente cuando se quiere prolongar el tiempo de juego haciendo trampas sobre el tablero. Es un poco de magia dentro de países en desarrollo. Se produce un jaque-mate pero nadie lo cree porque el Rey aparece en otra posición . Esta situación de incredulidad no suele durar ya que las mismas piezas que han realizado un jaque-mate vuelven a realizar otro utilizando pocos movimientos. Si no se produce un nuevo jaque-mate es porque ha empezado una nueva partida "en segundo plano" en la que el nuevo Rey o Jefe de Estado inicia el juego con todas las piezas.

Hay personas que aseguran que el Rey tiene en realidad más de un doble. En este caso, tendremos que acudir a la filosofía de Spinoza o a la teología para decir que, de acuerdo con el ajedrez, esa persona es siempre el Rey. Durante la Edad Media, el Rey representaba a la Iglesia y al Estado. Para demostrar que el Rey mueve todas las piezas para defenderse hay que acudir a la historia de España en la que el Rey siempre ha salido ileso de atentados en los que casi siempre han caido políticos y acompañantes. Cuando se declara la República se dice que el Rey huye de España y viaja hasta Roma. El ajedrez desmiente también este dato histórico. De acuerdo con el ajedrez, realiza viajes provincia por provincia obteniendo información de la situación. Después viaja a Palma de Mallorca y entra en Italia a través de Sicilia y Cerdeña.

El Zar de Rusia, a diferencia del Rey de España, lidera uno de los bandos de la Guerra Civil en la Rusia de 1917. Este fue el primer error del Zar. En algún momento de la contienda, queda inmovilizado por peones enemigos que no le dejan abandonar el palacio donde reside. El Zar de Rusia, de acuerdo con el ajedrez, se protege en su palacio y comete el error de no dejar una vía libre para moverse cuando el palacio es asaltado. La infantería o guardia personal, en aquel momento histórico, tenía que avanzar después de enrocarse pero no avanzó. El resultado fue, el ya sabido por todos, el asesinato de toda la familia real rusa. Normalmente en ajedrez, este error se corrige en las primeras jugadas, haciendo avanzar al peón que protege la torre de enroque, una casilla. Esto permite que el Rey no quede encerrado por sus propios peones o sus propias tropas. Si fuera amenazado por una torre enemiga, cuando quedan pocas piezas sobre el tablero, y el peón de la torre no hubiera avanzado, se produciría un jaque-mate irremediable. No voy a profundizar sobre los errores de Nicolás II pero su trágico final está relacionado con guerras fronterizas de China, Manchuria, Japón e Irán unido al hecho de seguir consejos militares de alemanes y franceses. Después del asesinato del Zar, estalla una guerra civil en la Rusia de 1918, en la cual los bolcheviques o ejército rojo se enfrenta al ejército blanco. Pero el jaque-mate ya se ha producido y este hecho sólo demuestra que el Zar cayó en jaque-mate con la mitad de sus piezas intactas. Los generales zaristas o ejército blanco carecían de estrategias militares porque todas las estrategias militares que conocían estaban subordinadas a defender al Zar. Una vez muerto éste, no podían ganar la guerra. El ejército blanco fue apoyado por la Europa Occidental de la época. La caída de la URSS, en parte, obedece también a la ausencia de una estrategia militar unificada de Estado histórico. Hay que decir, que la Historia de Rusia en la Edad Media difiere muy poco de la historia medieval de cualquier país europeo. Si analizamos el período que va desde 1917, fecha de la Revolución rusa hasta 1991 caída de la URSS, observamos que han transcurrido noventa y cuatro años. Esto ha dado pie para establecer que la URSS fue resultado de las ideas y poder de una única persona que nació posiblemente en el 1910 y murió en el 1980. En términos históricos podría denominarse un período de "líder desconocido". Las novelas de G. Orwell como "Rebelión en la granja" podrían apuntar en este sentido.

De aquí se deduce que en una presunta guerra civil española, un jaque-mate costaría la vida a personas que lideran las estrategias de la ideología del partido político vencido. Si el Rey de España no lidera ningún bando ideológico, tampoco podrá realizarse un jaque-mate contra él al quedar fuera del tablero de la contienda. Cada vez que el Rey es expulsado, las tropas intentan recuperarlo colocando históricamente a reyes ajenos como a Amadeo I de Saboya después de la revolución de 1868. La razón tiene su origen en la Reconquista. Los generales más poderosos basan su poder territorial y militar en conquistas nacionales y extranjeras bajo mando real. Los latifundios dentro y fuera de la península ibérica se crean por conquista y toda la estrategia para vencer estuvo históricamente relacionada con la corona y la Iglesia.

Cuando Alfonso XIII abandona España al instaurarse la República, se establece una nueva forma de gobierno, pero según el ajedrez, no se crean nuevas estrategias de juego. En el año 36, Franco se subleva y de acuerdo con el ajedrez, no puede ganar, sin apoyo del Rey en el exilio. Pero, según el ajedrez, tampoco puede mandar en España sin apoyo monárquico. Cuando muere delega en el hijo o nieto del Rey los derechos sucesorios, hecho que clarifica la transición democrática. De acuerdo con el ajedrez, sin el Rey, el régimen era débil militar, política y empresarialmente. Sin embargo, el régimen ofrecía una imagen de poder y solidez que no se ajustaba, según el ajedrez, con la realidad. Esta imagen sólo era posible con el apoyo de la corona en el exilio. Por lo que, cuando muere no cede derechos sino que finalmente acepta que la estrategia nacional no puede desvincularse de la figura de la Corona.

El ajedrez desmiente, también, algo que a simple vista parece cierto, el Rey tiende a apoyar a la derecha y el príncipe a la izquierda.

El perfil del jugador

Para vencer al rival hay que estudiar su forma de jugar previamente si es posible. Una de las ventajas de los ordenadores es que podemos almacenar todas las partidas propias y ajenas con objeto de estudiarlas detenidamente. Esto se consigue creando una base de datos de movimientos o de posiciones que luego se ejecutan paso a paso cuantas veces queramos. Si no conocemos al rival o desconocemos su forma de jugar habrá que hacerse un perfil sobre la marcha.

Para ganar al ajedrez hace falta de lógica combinatoria aplicada a distribuciones espaciales. Lo que primero llama la atención es que solamente hay sesenta cuatro casillas y treinta y dos piezas sobre el tablero. Por lo que hay treinta y dos casillas libres inicialmente. Cuando "comemos" piezas el número de casillas libres aumenta.

Una forma rápida de clasificación del rival es a través de la apertura. Si utiliza el peón central posiblemente sea una persona equilibrada y coherente, si abre con un peón que se encuentra a la derecha, estamos ante una persona analítica, con mente matemática y capaz de resolver problemas numéricos propia de personas meticulosas pero desordenadas. Si el peón de la apertura está a la izquierda del tablero, nos encontramos delante de una persona con visión espacial al que le gustan las formas, la arquitectura, el color y el orden. La victoria es de aquellas personas capaces de unir la mente matemática y lógica con la capacidad de situar las piezas espacialmente.

Simplificando, el primer grupo corresponde a una persona de izquierdas y el segundo a una persona de derechas. Si después de iniciar la partida, las piezas se acumulan alrededor de algunas casillas a la izquierda del tablero, estaremos ante una persona con gusto por los extremismos. Si las piezas se acumulan a la izquierda, la persona en cuestión podría pertenecer a la extrema derecha. Si las piezas se acumulan a la derecha, dicha persona podría pertenecer a grupos radicales de izquierdas. Esto no significa que el juego esté ganado de antemano sino más bien todo lo contrario.

Estas apreciaciones sobre el perfil psicológico del rival se tienen que confirmar con su estilo de juego. Tenderá a mover peones, alfiles y caballos preferentemente hacia un lado u otro del tablero. De todos estos movimientos obtendremos un perfil, un carácter y un estilo de juego. La lógica de la estrategia, la globalidad del pensamiento suele estar más oculta. Si sabemos hacia donde moverá el alfil o el caballo en la próxima jugada, tendremos más información y podremos mover las piezas con mayor certeza.

Teóricamente las personas con mayor probabilidad de ganar al ajedrez son aquellas que coordinan ambos hemisferios. Una persona será poco coherente con su perfil si mueve el primer caballo hacia la derecha y el primer alfil hacia al izquierda. Con la experiencia sabremos qué personas inteligentes y competitivas realizan movimientos poco equilibrados en términos de una estrategia global. Por ejemplo, un caballo que sale a la derecha es propio de una persona de izquierdas si abre con un peón a la izquierda del tablero. El alfil que se mueve hacia la izquierda es típica de una persona de derechas. En estos casos, estamos ante personas que se consideran de centro pero que dan giros pronunciados a la derecha o a la izquierda del espectro político. Si avanzan muchas casillas hacia uno u otro lado estaremos posiblemente ante personas algo desequilibradas pero cuyos problemas pueden ser coyunturales.

De esta forma, estudiando los movimientos obtendremos otro perfil relacionado con el carácter, activo o pasivo. El pasivo es aquella persona que medita esperando a que el rival caiga en "celadas" bien o mal urdidas. El activo despliega pronto una estrategia de acercamiento y de amenaza a las piezas del rival. También podremos utilizar otras clasificaciones típicas de la psicología. Ayuda el hecho de tener una fotografía reciente del rival, si es posible de cuerpo entero. Podremos saber si es atlético, bajito, alto, fuerte, delgado etc. El perfil del juego será cotejado con el perfil visual y finalmente aceptado o descartado. Los perfiles son más o menos estables entre rangos de edad pero varían con el tiempo.

El juego de un principiante contra una persona experimentada no dura más de dos minutos. Es recomendable ir adquiriendo experiencia poco a poco, consistente y sólidamente. El jugador con gran experiencia moverá las piezas hacia el jaque-mate defendiendo las posiciones de las piezas amenazadas y ocultando la estrategia de ataque y defensa hasta el final. La sincronización es
tal que ataque y defensa se realizan rápidamente y sin errores. El rival al observar el tablero no llega a comprender el jaque-mate inminente y cuando se da cuenta, las piezas del rival hacen inviable cualquier modificación de la posición. Si hemos realizado un despliegue "débil" o el rival juega utilizando una estrategia superior, veremos cómo "come" piezas sin posibilidad de contra-ataque. En estos casos, nuestra estrategia no consigue crear una amenaza dinámica a su estrategia de jaque. Algunas veces jugamos contra personas experimentadas sin saberlo y desde luego, esta situación es deportivamente un hecho punible si se produce en un campeonato o una competición local, regional o nacional. Desde luego, es conveniente también tener el perfil de personas consideradas "maestros" dentro del mundo del ajedrez.

El 11-S

Una de las cuestiones es dilucidar si las torres eran realmente torres defensivas estratégicas. El World Trade Center que traducido significa mas o menos Centro Mercantil Mundial parece confirmar que eran partes integrantes y esenciales de Nueva York.
El atentado del fallecido Osamar Bin Laden contra las torres gemelas de Nueva York, de acuerdo con el ajedrez, consistió en un ataque conjunto de peones y caballos. Pero cualquier principiante sabe que la torre es normalmente "comida" por alfiles, otra torre, el Rey o la Reina y normalmente al final de la partida. Una estrategia superior puede, desde luego, acabar con una torre en medio de la contienda. En este caso, el jugador sabe que ha sido derrotado.

Cuando la torre cae al final del juego, indica que mientras los peones americanos avanzaban en territorios árabes, los peones árabes avanzaban en territorio americano. Este paisaje dentro del ajedrez es un decorado en el que solamente quedan algunas piezas. Dentro del Estado americano y al igual que en todos los países, el poder cambia de mano cada veinte, treinta o cuarenta años.

Técnicamente, algunos peones árabes habían llegado al final del tablero y se convirtieron en Reinas aunque también pudo producirse un sacrificio de piezas en algún lugar del mundo al encontrarse alguna de ellas en posiciones fuertes y defendidas por otras. Sin embargo esto último queda desmentido ya que el suceso de Nueva York tuvo un impacto mundial. En ajedrez y en la vida real, cualquier edificio puede representar una torre pero las torres pueden estar simbolizadas por ciudades, cazabombarderos, portaviones, edificios o personas.

El grupo terrorista de Osama, de acuerdo con el ajedrez, era más numeroso de lo que podríamos pensar. Osama era un alfil en campo enemigo. Normalmente los alfiles tienen por objeto inmovilizar alguna pieza del rival. Los pilotos de los aviones eran caballos y los árabes que permanecieron en tierra, peones. Un caballo fue sacrificado por la torre y el alfil se movió perpendicularmente, posiblemente hacia zonas árabes africanas. Si este caballo fuera un peón tendríamos que decir lo que aseguran todos los historiadores. La caida de las torres gemelas significa la proximidad del fin de un juego. La posterior invasión de Irak es la confirmación del fin de la partida. De todo ello, se deduce que es falso que la OTAN disponga de tropas y equipos "de refresco" o existan nuevos aires dentro de la Alianza Atlántica. De acuerdo con el ajedrez, el panorama desde el 2001 es de "fin de partida" en la que no hay ideas, material o nuevas estrategias. Actualmente conocemos las incursiones americanas en países árabes pero desde luego que podrían existir incursiones árabes en territorio americano ocultas por los medios de comunicación. De acuerdo con el ajedrez, todo parece que el desenlace quedará en tablas.

Cárceles y cuarteles

De acuerdo con el ajedrez, los presos no forman parte del juego. En la Edad Media quedaban encerrados dentro de las torres o castillos hasta que morían, eran liberados mediante rescate o eran intercambiados por otros prisioneros. Si las cárceles están mal localizadas dentro del tablero, la cárcel entera puede caer en manos del rival. Esto es lo que sucede cuando existen sublevaciones carcelarias. El ajedrez desmiente otra idea tradicionalmente aceptada como cierta y ésta no es otra que los presos se revelan, apresan a funcionarios y huyen. Los presos por sí mismos nunca se sublevan y si lo hicieran no tendrían éxito. Es la cárcel cuartel torre como pieza global la que cae amenazada, casi siempre, con ayuda procedente del exterior.

Una cárcel o un cuartel de la Guardia Civil sólo caen, de acuerdo con el ajedrez, por una débil localización que permite la amenaza de otras piezas, por "errores forzados" o negligencias. Las cárceles, por tanto, caen después de ser sitiadas lo que se traduce en ajedrez como una amenaza. Esta amenaza puede ser cercana o lejana. Si jugamos contra personas que despliegan una estrategia superior, un par de errores en el movimiento de peones bastará para ver cómo nos comen una torre y lamentablemente esta situación puede producirse al inicio de la partida o juego. En el caso de los cuarteles remitimos su naturaleza a la expuesta para las torres. Toda la estrategia de "barridos" y protección móvil depende de los cuarteles torres. Sin torres, ganar el juego resulta casi imposible.

Podríamos decir que la caida de los cuarteles se produce también al "final de la partida". Una tregua, de acuerdo con el ajedrez, es una situación en la que el rival no mueve ninguna pieza. La tregua mantiene inalteradas las piezas por lo que siempre persisten las amenazas aunque éstas no se materialicen en jaques o jaque-mates. Las treguas o abandonos temporales del juego son útiles, de acuerdo con el ajedrez, para replantearse estrategias, realizar simulaciones o dar por perdido el juego.

Ninguna pieza hecha prisionera o caida en el campo de batalla o en el campo comercial vuelve al mismo juego. Los prisioneros que huyen de una cárcel no entran a formar parte de la batalla o conflicto en la que han sido hechos prisioneros. La razón de estas sublevaciones carcelarias no es otra que la mala localización o situación donde se construyen las cárceles. Otra vez tenemos que decir que una cárcel o torre cae rápidamente si el enemigo despliega una estrategia superior pero esto significa también que la cárcel se encuentra en una localización débil. La caída de una cárcel torre normalmente se produce poco antes de finalizar el juego al ser utilizadas para proteger peones que pueden llegar al final del tablero, alfiles en posiciones estratégicas o al Rey.

El final del juego

El número de peones al final del juego es decisivo para vencer. Una estrategia ganadora despliega muy pocos peones al final de la partida pero localizados estratégicamente sobre el tablero. Cuando aceptamos o sacrificamos piezas de igual valor tenemos que hacerlo adelántandonos a los acontecimientos o los movimientos futuros del rival. El objetivo de ganar el juego está por encima del objetivo de igualar pérdidas de piezas. Llega un momento en el que las piezas tienen que ocupar un determinado lugar sobre el tablero. Podemos "comer" tantas piezas como el rival pero después de ataques y contra-ataques el despliegue tiene que encontrarse a nuestro favor. En caso contrario, el juego está perdido. Surgen los "errores forzados inconscientes", errores difíciles de apreciar, excepto para aquellos jugadores con experiencia. Es fundamental repasar todos los movimientos y hallar el "movimiento de ruptura" que se define como el movimiento clave que nos hace perder el juego. Si conseguimos crear una base de datos con movimientos de ruptura podremos llegar a realizar jaque mate y vencer a rivales inicialmente muy superiores.

El movimiento de ruptura es en algunos casos un peón que avanza y en otros, el sacrificio de una pieza por otra de igual valor. Tenemos que desconfiar del rival que nos ofrece una estrategia de pieza por pieza e intentar desmenuzar su estrategia paso a paso. No hay nada más tedioso que nuestro rival venza utilizando un sistema que aparentemente funciona. En estos casos, hay que estudiar detenidamente todos los movimientos e intentar abstraer posiciones comunes de cada partida. Un sistema de juego tarde o temprano se repite y gira en torno a unos pocos movimientos. Realizar una buena estrategia casi siempre conduce a partidas de larga duración pero no siempre a la victoria. La importancia que damos al juego es crucial. Si consideramos que es una simplificación de la realidad, tendrá sentido aumentar nuestra destreza adquiriendo experiencia por múltiples vías.

El jugador experimentado o el jugador que desarrolla una lógica superior, realiza todos los movimientos adaptándose a la estrategia del rival. De la misma forma que un profesor de idiomas sitúa nuestros conocimientos de forma inmediata, un ajedrecista se dará cuenta rápidamente de nuestro nivel. Lo cual significa que el ajedrez es un juego pero también una disciplina que requiere de un aprendizaje y una técnica de estudio. Normalmente los manuales de ajedrez para principiantes son pequeños libritos con muy pocas hojas e ilustraciones a color de los tableros. Leer estos manuales representa una ventaja con respecto a todos aquellos que sólo saben mover las piezas y tienen poca experiencia.

Entrenarse o desarrollar nuevas estrategias utilizando un programa de ordenador tiene ventajas y desventajas. La mayoría de los programas informáticos gratuitos vienen sin muchas opciones, guardar partidas, archivar partidas, cajas de texto con comentarios, perfil del jugador, puntos de ruptura, ensayar jugadas desde una posición, guardar movimientos finales etc. Lo normal es tener un programa informático básico de ajedrez que incorporan algunas casas fabricantes de ordenadores y que da un valor añadido al equipo. En la mayoría de los casos, el código permanece oculto y el programa nos permitirá evaluar las estrategias y modificarlas con la opción "deshacer". Sin embargo, esta opción puede ser buena o no.

Si es buena el programa utilizará después de optar por ella, todas las rutinas almacenadas previamente. Si esta opción no es buena, el programa entrará en unos códigos menos potentes y la partida de ajedrez perderá vistosidad. Quiero decir que la opción "deshacer" tiene que dejar la ejecución del programa en los códigos correctos de acuerdo con la estrategia que ha estado utilizando la máquina.

Evidentemente no sabemos qué códigos utiliza y si esto es posible. Esto dependerá de la estructura del programa u ordenamiento interno de códigos. El mejor programa informático para aprender es aquel que después de utilizar la opción "deshacer" o "undo" en Inglés, el programa por sí mismo conserva la estrategia y nos lleva a las rutinas de juego correctas. Si después de utilizar la opción "deshacer" la estrategia de juego de la máquina se cae, podremos pensar que el ordenamiento de los códigos no es correcto y la máquina ha sido incapaz de recuperar la estrategia inicial. En algunos casos, podría incluso buscar estrategias en un nivel inferior por aproximación.

Por Internet circulan bastantes vídeos de jugadas brillantes. Es preferible solamente aceptar o visualizar vídeos después de consultar con una persona experimentada. Estos vídeos podrían crear malos hábitos de juego si los aceptáramos como buenos por lo que es recomendable no descargarlos sin recomendación de personas que no sean principiantes. Otra aspecto es el tema de "copyrights", derechos de autor, conflictos con editores sobre contenidos etc. tema en el que no entro, pero que es clave para entender la ausencia de garantía de técnicas de aprendizaje dentro de la web. También se pueden descargar libros que por las mismas razones entran en una categoría difícil. En algunos casos son muy complejos y en otros casos inadecuados para un aprendizaje gradual. Los consejos dentro de la red para principiantes que quieren empezar a jugar al ajedrez no van más allá de la descripción de los movimientos y algunos consejos "correctos" con los que no todos están de acuerdo.


El ajedrez y el pequeño negocio

El ajedrez y el pequeño comerciante van de la mano. En realidad, el ajedrez dice algo que todos intuyen, solamente podremos establecer un negocio donde existe un mercado. Si abrimos un puesto de golosinas allí donde no hay niños, no podremos lamentarnos de nuestra mala suerte y tampoco si abrimos una tienda de ropa juvenil en una zona en la que no hay jóvenes.

A pesar de todo, el ajedrez con respecto al negocio, hace hincapié en el momento de realizar la apertura y da menos importancia a la pieza que se mueve. El inicio del juego significa que existe un rival. Si iniciamos el juego antes que él, ganaremos hasta el momento en que se produzca la competencia.

El pequeño negocio varía con el tiempo ya que el mercado basado en el cliente juvenil o infantil varía. Los niños crecen y dejan de comprar golosinas. Los jóvenes crecen y empiezan a tener gustos adultos con respecto a la ropa. Por lo que si jugamos sabremos que una localización en la que no existe asociación o captación de mercado fuera de un radio de acción, tendrá un principio y un final.

El negocio que permanece también envejece y las cosas nuevas exigirán nuevas aperturas dentro de nuevos mercados. Todo indica que el pequeño negocio se sustenta en una buena apertura.

De acuerdo con el ajedrez, el pequeño negocio es un peón que avanza una o dos casillas. Al principio está rodeado de piezas importantes, directivos o alfiles, caballos o jefes de venta, Rey o director general etc. Simplemente con el movimiento de apertura, estas defensas desaparecen de algún modo y el negocio depende no de su estrategia personal sino de la estrategia global de los otros comerciantes o profesionales. El comerciante o pequeño profesional que sobrevive es aquel que está mejor informado de la situación comercial de la zona en la que se encuentra. Las personas que se despreocupan de los negocios vecinos o del comercio dentro del área, de acuerdo con el ajedrez, sucumbirán antes. Se trata, ante todo, de que la estrategia global nos beneficie como pequeños comerciantes o empresarios. El mercado son las casillas libres y las piezas que nos rodean, los demás negocios o empresas. Evidentemente cuando todo depende de los demás, la percepción del empresario varía. El comerciante en el ajedrez es una pieza más y no la más importante. Por lo que si todo depende de los demás, tiene que prestar especial interés en conocer la situación de otras piezas y cómo esa situación puede afectarle a él. Cuando surge la competencia entre zonas comerciales o asociaciones de comerciantes la idea anterior permite desarrollar una estrategia de competencia superior. Tampoco serán iguales las relaciones con los clientes y proveedores, si existe una conciencia de nuestra precariedad como pequeño comerciante y de la importancia del resto en nuestras relaciones diarias. Las decisiones de estas asociaciones serán, de acuerdo con el ajedrez, muy meditadas ya que nadie querrá desaparecer del mercado por una mala estrategia de competencia.

Evidentemente, el ajedrez nos dice que actuaremos mejor si todos los comercios de una zona actúan sincronizadamente con respecto a la competencia de otras zonas. Pero esto no significa que los negocios no vayan a cerrar sino que todos actuarán con criterios unificados.

De acuerdo con el ajedrez, el pequeño negocio que inicia su andadura tiene que integrarse dentro de un grupo heterogéneo de negocios y después ayudar en la medida de lo posible a que el grupo desarrolle una estrategia superior con respecto a otros grupos, intentanto que su negocio sea una pieza clave y fuertemente defendida. El objetivo dentro del grupo es crear una localización fuerte. De poco vale realizar una apertura si el caballo o un alfil de grupos competidores, por un error de un movimiento nos acaban "comiendo" la pieza. Según el ajedrez, esto es lo que sucede cuando un negocio abre y cierra con inusitada rapidez.

Si el negocio no es aceptado dentro de ese grupo de zona, la pieza pasa a considerarse un rival y el negocio cierra en un breve período de tiempo si no está defendido por otras piezas. Si abre en una localización débil cerrará también. La experiencia y el azar juegan un papel importante. El local de un experimentado comerciante permanecerá abierto más tiempo que aquel de un principiante a pesar de enfrentarse a la misma situación de mercado. Una de las explicaciones es que el negocio de una persona con experiencia tiene más valor añadido y el grupo de negocios de zona defiende todo aquello integrado dentro de una estrategia de largo plazo. La experiencia dice que si un negocio es defendido por los demás, el nuevo competidor estará obligado a cerrar. En términos de ajedrez esto significa situar un peón rival en campo enemigo sin realizar ningún avance sobre el tablero. Estas situaciones, a pesar de todo, suelen producirse y todos observamos en algunos casos tiendas o negocios cercanos que venden los mismos o parecidos productos, situación que por razones de mercado no se prolonga en el tiempo.

El ajedrez dice que solamente el negocio respaldado por el grupo de comercianes de zona sobrevivirá. No sabemos ciertamente el mecanismo de acción de esta defensa pero posiblemente está relacionada con el servicio al cliente, precios y otros incentivos por las pérdidas asumidas si el nuevo competidor tuviera mejor productividad, precios, calidades o productos. Una situación así desemboca en una situación de incertidumbre para la zona. Un competidor fuerte puede arruinar o finalmente inducir al cierre del negocio defendido por el grupo de zona y debilitar la posición de otros negocios. En este caso, se ha producido una amenaza de un grupo de comerciantes rival que se ha materializado en la pérdida de una de las piezas. En algunos casos la pieza puede ser tan importante que prácticamente caen otras en poco tiempo. En este caso, se suele hablar de declive comercial. El ajedrez desvincula el declive comercial de una zona con la política, la economía nacional, el cambio en los gustos de consumidores, el envejecimiento de población, los precios, las calidades o una mayor tasa de criminalidad. Relaciona la buena marcha de los negocios con una estrategia global de equipo.

Al final del juego, se puede comprobar que todos los negocios caen excepto tres o cuatro. Estos negocios que permanecen son vitales para defender otras piezas y en algunos casos para conquistar definitivamente el mercado de zona. Si analizáramos todas las aperturas y cierres de negocios situados en una zona comercial comprobaríamos cambios y los vincularíamos al envejecimiento,cambios en la demanda, cambios políticos, nuevas tecnologías, competencia de grandes superficies, modificación de infraestructuras peatonales, cerramiento de calles, creación de lugares de ocio etc. El ajedrez nos dice que los negocios caen por fallos de estrategias de localización. Para que una zona comercial no caiga tiene que prosperar o avanzar uno de ellos y en principio no sabemos cuál. Si volvemos a comparar esta visión con la realidad, podemos describir situaciones en las que supermercados y grandes superficies han caido al enfrentarse a pequeños comerciantes bien organizados. Si observamos a esos comerciantes, podemos decir que ninguno aparentemente avanzaba o prosperaba con respecto al resto. Se producían cierres y nuevas aperturas, pero el mercado permanecía abierto. El ajedrez nos desvela el misterio. Prosperaba el negocio que fortalecía la estrategia global de la asociación. Por ejemplo, si un negocio vendía mal género, imponía precios abusivos o engañaba al consumidor, la estrategia de grupo consistía en llevarlo a una posición débil o tratarlo como rival. Evidentemente el peón que avanza sobre el tablero es considerado en la vida real un líder comercial. En este tipo de asociaciones el liderazgo se atribuye a un comerciante o un negocio por decisión unánime derivada de la elección de una estrategia de control de mercado. En muchos casos el liderazgo es un liderazgo oculto. La estrategia, si funciona y es eficaz, tiene que estar oculta a la competencia. En estos casos, el negocio líder o el comerciante líder es la modestia personificada al ser consciente de formar parte de una estrategia global planeada.

El pequeño negocio es venta minorista y ninguna gran empresa puede avanzar sin estar respaldada por una buena estrategia de venta al por menor. Los alfiles o directivos normalmente no defienden pequeños negocios excepto en el caso de declive comercial. Sucede todo lo contario, las pequeñas empresas o pymes que cuentan con ejecutivos o directivos se sitúan y se localizan estratégicamente alrededor de pequeños negocios como medio de autodefensa. Por tanto, una pyme caerá prácticamente al mismo tiempo que el negocio que la hace fuerte sobre el tablero. De los pequeños negocios depende, en muchos casos, el nivel de vida de pequeñas poblaciones. Sin pequeños negocios el bienestar de las personas que residen cerca, disminuye. Según el ajedrez, los peones desaparecen al mismo ritmo que las piezas de mayor valor, alfiles y caballos. Desde luego que podemos tener el tablero lleno de peones sin alfiles o caballos pero lo normal es que los pequeños negocios o peones caigan con alfiles, caballos y resto de las piezas. Una comunidad de comerciantes es por tanto un tablero donde se encuentran todas las piezas a pesar de que algunas piezas estén vinculas a pequeñas empresas.

La relación de peones y negocios tiene el mismo sentido que el movimiento de la torre. Un negocio al igual que una torre, no se mueve de lugar sino que prospera, avanza y amplía la superficie ocupada, la facturación, el número de clientes etc. En algunos casos, podemos encontrar negocios "de toda la vida" que cambian de titular cada cierto tiempo. De acuerdo con el ajedrez, este negocio puede compararse con un peón que no se ha movido desde el inicio del juego. Es el negocio, cuya posición defiende torre, caballo y alfil de una zona. Su valor es más estratégico que comercial. Normalmente existe una relación directa entre el negocio defensor y el resto de las piezas. Si existen negocios relacionados con la máquina herramienta dentro de una zona industrial, el negocio o peón que las defiende podría ser una pequeña fundición o negocio similar. Los resultados válidos para el comercio pueden extrapolarse a zonas industriales. Este negocio defensor es el sueño de todo comerciante o pequeño empresario. El único problema es que no avanza y el cuadro de pérdidas y ganancias a precios actuales permanece inalterado con el paso del tiempo. Empresario tras empresario intentan hacerlo más productivo sin éxito. Es ciertamente complejo entender cómo un negocio que no prospera puede defender una posición o una pieza de mayor valor. Desde la perspectiva de la teoría de la empresa, se puede hablar de integración horizontal o vertical. Un negocio que defiende otros teóricamente forma parte de una cadena anterior o posterior. Si fundimos hierro, el paso anterior será la extracción de hierro y el posterior será la fabricación de objetos de hierro. La integración de alguna manera protege a piezas como directivos etc. Pero si la extracción de hierro avanzara y consiguiera más beneficios anuales, la fundición se encontraría en peligro. En realidad la fundición no estaría en peligro pero sí aquellos directivos que la dirigen. Si un negocio no avanza, la seguridad de localización aumenta.

La pieza representada por el Rey, de acuerdo con el ajedrez, es aquel negocio que ha sido transmitido de padres a hijos y permanece en la zona desde tiempos inmemoriales. Es un negocio con poco movimiento pero que si desapareciera, toda la zona comercial pasaría a la competencia.

El ajedrez, por tanto, nos dice que toda nueva zona comercial de pequeños negocios o profesionales se sustenta en la apertura de uno o dos negocios.

Supongamos que abrimos un taller mecánico de coches en una calle de Bilbao. Al cabo de varios años el taller cierra. Posteriormente abre otro taller mecánico de coches no muy lejos del primero. En el primer caso, el taller era un peón defensivo de una pieza de mayor valor. En el segundo, el peón no es defensivo. El primer negocio permanece abierto veinte o veinticinco años. El segundo cierra en tres o cuatro años. Evidentemente un analista de negocios explica el cierre del primero como una inadaptación a los nuevos tiempos, ausencia de nueva maquinaria de mediciones, reglajes etc. e incluso se extrañaría de que el negocio hubiera estado abierto tanto tiempo y en el mismo lugar, relacionándolo con un buen servicio y precio. El analista cuando observa el segundo negocio achaca el cierre al precio y la ausencia de mercado. Si conseguimos saber qué negocios son defensivos, podremos anticipar la evolución de una zona comercial ya que el peón defensivo cae antes que la pieza principal. Si el alfil cae antes que el peón observaremos que el peón se "come" una pieza rival importante. Un peón defensivo prácticamente nunca llega hasta el final del tablero.

El ajedrez nos dice que el mercado o clientela es conquistado por el equipo o zona comercial que desarrolla la mejor estrategia. Si la zona comercial permanece sin modificaciones, significará que algunos juegos se han ganado y otros se han perdido. El resultado es una zona estable y con pocos cambios. Si consideramos zonas comerciales ubicadas en cascos antiguos o centros históricos, el cambio de tiendas y establecimientos comerciales brusco o en períodos breves de tiempo, es causado, según el ajedrez, por un jaque mate a la pieza principal o pieza central. Estos cambios suelen ser simultáneos a cambios políticos, tecnológicos o sociales. Si se producen cambios políticos, éstos afectarán poco a poco a todas las zonas comerciales. Una de las causas del cambio de fisonomía del casco histórico de Bilbao se debe, según algunos, a las riadas del 83 que destrozó bajos e inmuebles. De acuerdo con el ajedrez, la causa de estos cambios fue la desaparición de casas o empresas fundadas en el siglo XIX, que coincidió con el desbordamiento del río Nervión.

Es ciertamente complejo averiguar las causas por las que algunos mercados caen desarrollando o aplicando estrategias de localización fuerte. En algunos casos, la pérdida de poder se debe posiblemente a políticas municipales en las que los terrenos públicos son utilizados por planes urbanísticos. No hay nada más gracioso o en algunos casos más triste, según la perspectiva, que ver cómo un Ayuntamiento intenta hacerse con el control de unos terrenos sobre los que se asienta un mercado de localización fuerte. En ajedrez el Ayuntamiento representa la ciudad o la villa y por tanto, es una torre sobre el tablero. Si el mercado está defendido por un alfil, sólo habrá un momento óptimo para lograr el objetivo municipal, el final del juego en el que las torres son decisivas. Cuando los alfiles están bien situados, nos encontramos en la mitad del juego y no al final. En estos casos, el tablero está dividido por dos zonas, campo y ciudad. El mercado que el Ayuntamiento quiere convertir en parking subterráneo pertenece al equipo "campo". El Ayuntamiento y la villa pertenecen al equipo "ciudad". El error de movimiento consiste en utilizar las torres antes de tiempo.

Normalmente pierde aquel que utiliza las torres antes del final del juego. En este caso no perdió el Ayuntamiento pero tampoco ganó. La estrategia del rival, ante la amenaza, fue realizar movimientos de deslocalización y relocalización de peones. Cuanto más presión ejercía el Ayuntamiento sobre el mercado, más fortalecidos salían algunos negocios pertenecientes al mismo. El resultado fue una pérdida de servicios relacionados con el poder municipal y el cierre de la mitad de los negocios del mercado. Evidentemente no es lo mismo tener un mercado que unos locales donde algunas personas exponen cuadros o ensayan conjuntos de rock. Un mercado produce beneficios tangiles y bienestar a la comunidad. Unos locales de exposición de cuadros o unos locales de servicios municipales generan bienestar a algunos colectivos muy específicos.

La localización de peones cuando quedan pocas piezas es fundamental. Cuando el rival desarrolla una estrategia de "tablas", la situación de los peones al final del juego, nos puede permitir alzarnos con la victoria. En estos casos se observa que tiene que existir una estrategia homogénea durante todo el juego. El Rey que avanza podría crear un hueco en la defensa de peones rivales que se mueven hacia el final del tablero. Cuando todo indica que nuestras piezas caen al mismo ritmo que las piezas del rival, la posición del Rey es decisiva para proteger algunas zonas del avance de la infantería enemiga. El rival hará avanzar sus peones, no como estrategia vencedora sino para provocar la salida o avance de la pieza principal. En fútbol sería una "cantada". La pieza principal sólo podrá avanzar si desarrollamos una estrategia superior o hemos eliminado algunos peones rivales. En caso contrario toda la zona comercial podría caer en manos de la competencia no sin antes observar cómo prospera y se enriquece algún viejo negocio rápidamente antes de un jaque-mate o cierre. Hay que sopesar también el beneficio o perjuicio de un enroque sistemático en el desarrollo del juego. Un enroque tiene que estar bien meditado.

La protección del negocio más antiguo y con más solera tiene su origen en la experiencia que acumula. Es el que más sabe acerca del origen de la zona y su evolución. Pero no solamente eso, es la pieza que ha quedado intacta después de guerras comerciales, cambios políticos y todo tipo de avatares sociales y económicos. Es la pieza que ha conseguido transferir los activos y conocimientos a los descendientes sin cambiar de objetivo social. Si tuviéramos que encontrar negocios parecidos tendríamos que acudir al sector bancario europeo en las que algunas personas todavía mantienen los negocios familiares cuyo origen data de la Edad Media. Otra institución que permanece inalterada con el paso del tiempo es la Iglesia Católica. Normalmente las Iglesias no permanecen en el mismo lugar con el paso del tiempo pero la estructura jerárquica es similar. De aquí podemos deducir la importancia del negocio más antiguo dentro del sector comercial de una zona de mercado.

De lo anterior se deduce que el Rey puede enriquecerse al final del juego pero, en algunos casos, este avance puede suponer un jaque-mate prematuro cuando ambos equipos juegan con muy pocas piezas y de igual valor.

Ajedrez y franquicia

Cuando el rival observa un despliegue de piezas o una estrategia conocida, responderá con una solución predeterminada. Si lleváramos una contabilidad, estaríamos ante un asiento predefinido. Todos los datos coinciden excepto el importe y la fecha. En ajedrez sucede algo parecido. Todas las piezas encajan excepto dos o tres que habrá que cambiar o modificar. En términos comerciales, una localización o despliegue de negocios similar a otras, posibilitará la localización de un nuevo negocio sin aumentar el riesgo. En el caso de franquicias, el negocio en sí mismo tiene que encajar dentro de una localización o encontrar un emplazamiento donde la deslocalización sea una localización. De acuerdo con el ajedrez, si repetimos los factores de éxito, el negocio de franquicia u otros con otro tipo de financiación, contratos comerciales etc. nos conducirá también al éxito. Si una franquicia fracasa, posiblemente sea por razones de asimetría de localización. Evidentemente, instalar un nuevo negocio nos lleva a analizar dentro de una zona, las costumbres, el cliente potencial, la edad, el sexo, el número de hijos, la renta media de la zona, la afiliación política, el valor catastral de las viviendas, los servicios municipales, los impuestos o nuevas obras no realizadas pero proyectadas, las vías de comunicación con el centro, la competencia a medio plazo etc.etc. La localización es un factor determinante, pero no es, desde luego, el factor primordial de los analistas.

Cuando la localización falla, la franquicia puede quedar amenazada por otras piezas y el coste de una situación así, significará el cierre del negocio. El ajedrez nos dice que si la localización es fundamental, tendremos que preocuparnos o exigir una localización fuerte al franquiciador. Evidentemente, puede darse el caso que, sobre el tablero, no existan dichas posiciones. De acuerdo con el ajedrez, ocupamos el lugar de una pieza que nos hemos "comido" si no hay comienzo de juego. Por lo que, un nuevo negocio se encuentra dirigido casi siempre por personas que están en el juego desde el principio de la partida. Si la partida ha comenzado y se instala en un local en el que otro negocio cerró, será considerado inicialmente un negocio rival.

De acuerdo con esta perspectiva, los nuevos negocios representan un juego ganado con anterioridad y una sustitución o cambio de generaciones de comerciantes. Las zonas comerciales juegan, ganan y pierden globalmente durante aproximadamente el mismo período de tiempo. No es lo mismo un comienzo de partida que un inicio de sistema, ya sea éste, un sistema político, tributario o de otro tipo. Los nuevos lugares representan el inicio de un nuevo juego. El ajedrez nos dice algo que todos también consideramos falso.

Si instalamos un determinado negocio en un lugar sin estar previamente dentro del juego, cerraremos. De aquí se deduce que si nos dedicamos a los negocios, ésta será la actividad que nos permita abrir un nuevo negocio. De acuerdo con el ajedrez todos los negocios de éxito son dirigidos por personas que, de alguna manera, se han profesionalizado desarrollando actividades comerciales.

Finalmente llegamos al resultado obvio. La persona que otorga la franquicia está dentro del juego y las zonas comerciales donde ésta se asienta forman parte de un terreno conocido. Puede suceder que la persona que paga por la franquicia no forme parte del juego. Si la localización es buena, la franquicia, de acuerdo con el ajedrez, tendrá éxito.

Ajedrez y república

Cuando se instaura una República, la pieza del Rey desaparece. Es elegido un Presidente, un Jefe de Estado etc. cuyo poder al frente de las instituciones es temporal. La estrategia de todas las piezas teóricamente cambia y el juego pierde la estabilidad y equilibrio de largo plazo. Puesto que la pieza principal es temporal, la estrategia también lo será. La competencia y la rivalidad existirán tanto si hay Rey como si no lo hay. La actividad comercial tenderá a desarrollar estrategias europeas a la francesa o italiana. Las estrategias de localización girarán en torno al corto o medio plazo que será la duración de los mandatos políticos. Podría haber más cambios sobre el tablero y las partidas serían más cortas. El juego sigue teniendo sentido excepto en el hecho de que ganar o perder no se realiza a través de un jaque-mate sino a través de otros movimientos de piezas. Desde luego que el jaque-mate desaparecería pero no así la estrategia de conquistar mercado o zonas de influencia.

El Rey otorga importancia a la estabilidad y genera por sí mismo una referencia de largo plazo. Cuando abrimos un negocio en España, los comerciantes o pequeños empresarios lo hacen con la intención de crear algo estable a lo largo del tiempo. El esfuerzo económico es, en algunos casos, considerable y el negocio tiene que amortizar todos los gastos y producir un beneficio. El modelo francés, alemán o italiano, posiblemente, dan mayor importancia al beneficio a corto y medio plazo. El negocio o pequeña empresa en estos países no se crea para que dure toda la vida sino que es una pieza temporal dentro de un tablero también temporal. Esto posibilida un mayor dinamismo comercial pero también mayor inestabilidad. Si algunos negocios en Europa permanecen abiertos después de muchos años, se deberá a la influencia de grupos estables dentro de la política, grupos de intereses que definen y defienden sectores empresariales y profesionales o grupos religiosos.

Ajedrez e inmigración

El ajedrez nos dice claramente que si una determinada pieza no corresponde a nuestro equipo, formará parte del equipo rival. En algunos casos y países, los inmigrantes se han concentrado en algunos barrios que han sido utilizados en algunas películas. Uno de los ejemplos más conocido es "China town". En algunas ciudades europeas, los inmigrantes de un determinado país se agrupan a la hora de abrir negocios y defenderlos en calles y barrios. No podemos asegurar que los comerciantes autóctonos les declaren "piezas rivales" pero, de acuerdo con el ajedrez, es lo que ha sucedido. En Bilbao, la dispersión de negocios de inmigrantes está relacionada con la actividad de los restaurantes chinos. Por razones comerciales y de mercado, se sitúan en lugares muy concretos, algo alejados unos de otros. Tampoco se ha tratado a estos restaurantes y "tiendas de todo a 100" como piezas del equipo vasco. Desde el principio, fueron tratados como negocios rivales y su permanencia en la ciudad podría deberse a continuos jaque-mates.

No hace mucho tiempo se podía ver en algún periódico local, ahora inmersos en crisis estructurales, por razones de cambios tecnológicos, fotografías de personas inmigrantes procedentes de China, vestidos todos con traje y corbata. Y por lo visto, a diferencia de Camps, los trajes no eran robados. Todos los que vivimos en Bilbao llevamos un chino encima. Evidentemente, si los chinos han empezado a conquistar mercado y no han desplazado otras piezas de hostelería que permanecen abiertas, el nuevo cliente tiene que proceder de otras zonas o del extranjero. El ajedrez define esta situación como algo extraño. Si los chinos cuentan con todas las piezas y son buenos estrategas, la fisonomía de la ciudad tiene que ser muy diferente, más diferente de lo que puede apreciarse a primera vista. Los chinos han "comido" piezas no relacionados con su sector sino de otras actividades económicas. La explicación de todo esto es que los restaurantes y las tiendas de "todo a 100", sólo son un par de piezas visibles del tablero chino en Bilbao. Ya dije que los chinos son politeístas y profesan religiones como el budismo y otras. La inteligencia china hace su presencia al dejar indemnes a los restaurantes vascos. Cierto es que algunos hosteleros muy conocidos nos dejaron para siempre. Pero incluso en este caso, la causa última se atribuye al conflicto árabe judío y no al comunismo internacional. De algún modo, el conflicto contra Irak debilitó los peones defensivos de la ciudad y fue aprovechado por otros países para instalar sus negocios. No se puede instalar diez o doce negocios en poco tiempo sin realizar uno o varios jaque-mates. Puede que tampoco se pueda instalar cinco o seis museos, cinco o seis hoteles sin movimientos de jaque o jaque-mate.

Podríamos hablar de la ciudad como eje atlántico pero la realidad es que entre unos y otros han convertido a la ciudad en un "medley" insaboro y aconfesional. Todo indica que al final, el capitalismo judeo-americano fue vencido por el comunismo chino y la estrategia del nacionalismo vasco o del Gobierno Vasco fue también incapaz de proyectar este tipo de conflictos lejos de la ciudad de Bilbao.

La ciudad de Bilbao y la inmigración relacionada con los negocios y el ajedrez configuran un paisaje difícil de pintar. De acuerdo con el ajedrez, la ciudad se ha convertido en un escenario de una partida de ajedrez internacional que favorece poco o nada al negocio autóctono.

Autobloqueo de piezas

En ciertos manuales se llama "piezas malas" a piezas bloqueadas sobre el tablero. Si un alfil de nuestro equipo queda bloqueado por una de nuestras piezas, el alfil es considerado como "malo". En algunas ocasiones la estrategia desplegada produce estas situaciones.

Un caballo que no puede moverse porque la casilla destino está ocupada por un peón u otra pieza. En otras ocasiones, un peón puede bloquear la salida transversal de un alfil. Si el rival no realiza los movimientos previstos, algunas de nuestras piezas bloquearán otras. Si esta situación se repite posiblemente perdamos el juego. Si hemos defendido nuestras piezas el juego no se decidirá hasta el final. Si no corregimos el error alguna zona estratégica del tablero caerá en manos del rival. El rival desplazará piezas a esa zona desarrollando una estrategia napoleónica, amenazará constantemente y debilitará nuestra estrategia global hasta que finalmente perdamos el juego. En el sentido o terreno comercial, un comercio no puede frenar el avance de un alfil o ejecutivo de su propio equipo. Si esto se produjera se perdería finalmente el mercado y la zona comercial. La estrategia del rival al observar estos errores consistirá en aprovecharse de ellos restringiendo todas las posiciones de ataque.


Ajedrez, monopolio y competencia

El ajedrez no apoya teorías como la división de mercado por distancias geográficas y tampoco defiende teorías como la del monopolio de Stackelberg, competencia en términos de cantidades producidas por la empresa que lidera el mercado. Si las distancias o el coste del transporte disminuyen, el cliente potencial observará costes de compra similares y el mercado no se dividirá
geográficamente. De acuerdo con el ajedrez solamente existen empresas que compiten en diferentes posiciones geográficas. La creación de un monopolio o un "trust" descansa sobre una estrategia mundial de localización industrial dinámica.

De acuerdo con el ajedrez, la localización se realiza en función de la localización de la competencia y de una estrategia relacionada con la zona comercial o sector empresarial o industrial globalmente considerado. Las empresas se localizan dependiendo de la posición de otras y en algunos casos esta localización produce una segmentación del mercado cuando se aplican costes de transacción. Por tanto, el ajedrez no desmiente lo que algunas teorías económicas defienden pero no considera estas teorías relevantes.

Según el ajedrez, un monopolio es aquella empresa que domina el mercado. Si la tecnología no está protegida por derechos de propiedad industrial, fórmulas, diseños exclusivos etc. el monopolista conquista mercado realizando jaque-mates llamados absorciones y fusiones en el mundo de la teoría de la empresa. La competencia perfecta es el caso en el que los avances de las piezas y los juegos quedan constantemente en tablas. Modificar la localización no genera ningún beneficio. Este es el caso en el que no hay piezas diferenciadas con movimientos específicos. De acuerdo con el ajedrez, la competencia perfecta no existe o se asimila a una situación de "tablas" cuando se modifica la estrategia de movimiento y localización.

Ajedrez y personalidad

Cuando empezamos a jugar al ajedrez la mayoría de las personas no creen que el juego haya cambiado su vida. Sin embargo el juego perfila carácter y personalidad. Desde Freud, Jung etc. no es fácil describir conceptos como personalidad, carácter, socialización, ego o superego etc. El ajedrez, desde luego, establece una sociedad de competencia, de rivalidad en la que los valores determinantes es la mejora de una lógica de posiciones. Desde luego es evidente que una persona en una localización fuerte es más estable que otra. La psicología estudia desviaciones de conducta, perversiones y demencias. El psicoanálisis defiende la tesis de que los traumas de adulto se deben a experiencias infantiles no superadas. La personalidad es, en teoría, una mezcla de efectos del medio, familia, población, educación etc. y rasgos heredados.

De acuerdo con el ajedrez, una persona puede estar perfectamente "como una cabra" y llegar a la vejez sin revelar conductas irracionales si está bien situada sobre el tablero. Las experiencias infantiles traumáticas, los complejos, neurosis, las presiones de competencia, los autoritarismos o las privaciones no afectarán al individuo si se sitúa en una casilla defendida fuertemente por otras piezas. El caso del alto cargo francés del FMI, Strauss Khan, podría citarse como ejemplo. Esto traducido en términos sencillos significa que una estabilidad psicológica es imprescindible para liderar equipos, empresas o instituciones. Pero esta estabilidad sólo se consigue ocupando determinados puestos o lugares. La razón de una cosa así es fácil de entender. Una posición fuerte es siempre una localización estable. Ninguna pieza nos amenazará.

Sociología, capitalismo, socialismo y ajedrez

El ajedrez valora el espacio personal, individual, el bienestar bajo unas determinadas reglas de juego. Las reglas del juego no son arbitrarias sino basadas en hechos observados a lo largo de la historia. Las clases sociales, por ejemplo, existen y el ajedrez contempla este hecho. Existe un orden social jerárquico y el tablero también recoge ese hecho. Defiende también el hecho de que los recursos son escasos y limitados. Las casillas y las piezas son las que son en términos materiales y espirituales. El ajedrez abstrae y minimaliza los recursos de la realidad. Si una persona tiene cuatro casas y cinco coches, el ajedrez le dice que el capital puede representarse por dos casas y posiblemente dos coches. Si pudiera utilizar simultáneamente el patrimonio, sería consciente de este hecho. El ajedrez tiene como objetivo ganar el juego derrotando el enemigo y tradicionalmente el premio era la tierra. Sin embargo, históricamente la tierra era abundante con grandes extensiones despobladas. Las "cartas puebla" de la Edad Media apoyan este hecho. Sin embargo, la extensión de tierra conquistada por los españoles nunca fue suficiente. El imperio español de la Edad Media siguió conquistando territorios después de la última batalla contra los árabes. La tierra era el capital más preciado y el más valioso. Pero el capitalismo o propiedad privada sólo existía para la nobleza y el clero. El campesinado o peones estaban adscritos a la tierra de los señores feudales. La evangelización era el motor de las conquistas y el sistema económico varió al modificar la estructura de la propiedad que definía una estructura social. Una clase social extensa como la burguesía no ha conseguido que las estructuras de poder y jerarquía hayan variado sustancialmente.

El sistema económico ha variado sustancialmente pero no así el juego de ajedrez que refleja una estructura social invariable. El ajedrez nos dice que hemos prosperado y avanzado dentro de unas estructuras sociales jerarquizadas que siguen inalteradas. Los intentos de eliminar o modificar estas jerarquías acaban en fracaso como en el caso de las repúblicas soviéticas o el comunismo chino, posiblemente porque estas estructuras jerárquicas nacen de la evolución del hombre dentro de una Naturaleza también jerarquizada funcionalmente y cuyo movimiento está basado en ciclos y cadenas alimenticias.

El juego valora el orden inicial y un desorden ordenado durante la vida. El ajedrez define perdedores y ganadores rápidamente. Realiza también de forma rápida un filtrado de personas que normalmente coincide con los resultados de los tests de inteligencia. El más capaz, el mejor alumno, ejecutivo o empleado es también el mejor jugador de ajedrez. El ajedrez por tanto defiende las capacidades individuales para liderar grupos, empresas u otro tipo de organizaciones o como mínimo para liderar un ranking de habilidades especialmente complejas. De acuerdo con esta perspectiva, un buen jugador de ajedrez no es una persona "normal" a ultranza sino más bien una persona egocéntrica, individualista y líder de grupos, rasgos que tratará también de ocultar si la sociedad defiende principios igualitarios o estrategias participativas en las instituciones o empresas.

Si conocemos a alguien que juegue muy bien al ajedrez posiblemente tenga un coeficiente de inteligencia superior a la media y tendremos que reconocer que las decisiones tomadas en su vida posiblemente hayan sido meditadas y también reconoceremos que la estrategia utilizada se encuentra dentro de las mejores posibles una vez analizada la estrategia del rival. Si consideramos que los jugadores de ajedrez son "cerebros" admitiremos que forman parte de las dotaciones o recursos que tiene una nación para resolver problemas. De la situación actual de crisis podemos pensar que no hay buenos jugadores de ajedrez y si los hay no forman parte de las instituciones o empresas que lideran el país.

Fundamentalmente, el ajedrez nos dice algo muy sencillo. La persona con una personalidad de ajedrecista valora más cómo ha llegado una persona a ocupar una posición que la posición misma. El ajedrez, excepto en el caso de genios, crea personas equilibradas y prácticamente todos los errores de una persona en la toma de decisiones se hallan o se encuentran en el juego. Si una persona es ambiciosa desplegará un ataque también ambicioso que normalmente acabará con un jaque mate en contra. En sucesivos juegos la misma persona actuará más reflexivamente y desplegará otras estrategias que le permitan, por lo menos, prolongar el tiempo de juego.
La ambición nos hace desplegar estrategias que no vencen la lógica del rival. Arriesgaremos piezas valiosas y perderemos el juego. Pronto descubrimos que las piezas del contrario si es un buen estratega no están donde están por casualidad.

Afortunadamente el nivel de juego de todo el mundo es un nivel medio y no se puede establecer un ganador o perdedor en partidas de ajedrez en las que los jugadores tienen un nivel similar. Hasta el final no podremos saber o determinar el ganador o perdedor.
Esto traducido en términos de ajedrez implica unas conductas equilibradas en todos los aspectos de la vida. El ajedrez rechaza la idea de un mundo en el que existen ganadores declarados y sempiternos perdedores. Con los mismos niveles de juego, ganar y perder sigue una distribución media, cercana a la probabilidad en la que una moneda cae sobre uno de los dos lados, cara o cruz. Perder siempre es imposible. Tarde o temprano adquiriremos experiencia y a pesar de enfrentarnos a rivales superiores, ganaremos alguna partida aunque sólo sea por descuido del rival.

Jaque de blindados

Una columna de blindados, pieza representada por el caballo puede hacernos jaque y finalmente asediar y destruir una ciudad, representada por una de las torres. Para inmovilizar o neutralizar un ataque a una ciudad por una unidad de tanques no podemos utilizar la infantería sino otra columna de tanques. Si utilizáramos la infantería, los tanques crearían una brecha con facilidad y asediarían la ciudad. La infantería, según el ajedrez, se mantendrá en sus posiciones, acordonando o protegiendo la ciudad. La ciudad tendrá que movilizar una unidad de blindados y situarlos en el campo de batalla, justo en una posición estratégica de victoria. Un militar podrá explicar la victoria por múltiples factores pero para vencer es suficiente observar el movimiento del enemigo y llegar a una posición o localización desde la cual podamos amenazarlo y destruirlo. En la vida real, los tanques que defienden la ciudad pueden moverse en múltiples direcciones y ocupar zonas geográficas consideradas óptimas para la batalla. El ajedrez nos dice que para vencer tendremos que conducir los tanques hacia una zona y dentro de esa zona ocupar exactamente la posición que nos facilite la victoria.

El jaque de blindados a la pieza principal suele significar la pérdida del juego o partida. Normalmente, los blindados acabarán con alguna pieza cercana que defiende al Rey, torre o alfil. Un jaque de blindados nos obliga a mover torre y alfil a lugares seguros con anterioridad al jaque. Al final, protegiendo dichas piezas podremos demorar la derrota y obligar al rival a llegar con la infantería o peones hasta el final del tablero. sIi el Rey tiene espacios libres para moverse el jaque es improbable.