jueves, 16 de junio de 2011

Juego de la rana


El juego de la rana tiene origen incierto pero de ningún modo es de origen vasco. Algunas webs sitúan su primera aparición en Egipto. El juego consiste en introducir, lanzándolas, diez pesadas chapas de hierro dentro de la boca de una rana de metal.

En el País Vasco, el juego de la rana es el básico y no hay puentes ni huecos sobre el tablero. El origen de este juego está en la Edad de Hierro y posteriormente en la Edad Media. La rana es de color verde y de tamaño real. Las fichas o chapas son pesadas y esféricas. La rana simboliza el poder del señor feudal. Las fichas simbolizan los doblones o monedas antiguas de oro y plata.

El juego nos habla de la dificultad que tenían comerciantes y pequeños industriales para transportar y vender sus productos por la geografía ibérica. El señor feudal controlaba caminos, puentes y rutas fluviales. Podía fundar villas emitiendo "cartas puebla" otorgando derechos comerciales. Había que pagar un canon para cruzar puentes, pagar otro por utilizar las cañadas reales y otro más para cruzar ríos.

El juego habla de corrupciones y sobornos. El señor feudal delegaba el control de las zonas en jefes militares. En aquella época, las tasas en algunos lugares y rutas podía encarecer el comercio y elevar los precios. El juego consistía en intentar sobornar al jefe militar de zona para que emitiera salvoconductos o cédulas de exención tributaria. Algo extraordinariamente difícil posiblemente porque los jefes militares en aquella época eran armados caballeros donde se realizaban juras de lealtad, tenían propiedades propias por cesión del señor feudal y mantenían un código ético muy estricto por la influencia del clero.

El juego nos dice que el noventa por ciento de los sobornos resultaban infructuosos pero intentarlo era algo común en la Edad Media. Cuando el soborno tenía éxito, el dinero quedaba, casi siempre, en manos de mandos militares de alto rango.

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