miércoles, 22 de junio de 2011

Juego de la gallina


El juego de la gallina tampoco es de origen vasco. El juego consiste en enterrar una gallina hasta el cuello, vendar los ojos a los participantes y buscarla siguiendo el sonido de un txistu o un tambor. El juego se inicia posiblemente con la domesticación de los animales de granja en el Neolítico.

Las gallinas ponen huevos en cestas preparadas dentro de los gallineros. Cuando llega el momento de tener pollitos, la gallina varía esta costumbre para proteger a su prole. Oculta los huevos en lugares muy difíciles de encontrar y durante el tiempo que dura el período de incubación desaparece del corral. No hay manera de encontrarla.

Cuando los huevos eclosionan y nacen los polluelos, éstos emiten un sonido típico, el pío pío. El baserritarra para localizarla tiene que guardar silencio y saber de dónde proceden los sonidos de los pollitos. Algunas veces, las gallinas entran en terrenos y edificaciones de vecinos a través de huecos, ventanas etc. Para acceder a dónde está hay que solicitar ayuda a otros baserritarras. Los sonidos de los pollitos significan huevos frescos y carne en el futuro. A mayor prole, la intensidad del sonido es mayor. Las nuevas gallinas se utilizarán como ponedoras. Los pollos acabarán en la cazuela.

La música representa la prosperidad de la granja o el caserío. Es un juego relacionado con actividades agrícolas y ganaderas.

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